¡Cambia tu vida, ha llegado el momento de la Gracia de Dios, el día de tu Salvación! Prepárate para renovar tu Bautismo en Cristo, que no es quitar la inmundicia corporal, sino el compromiso de vivir una vida nueva y de anunciar el evangelio, como Jesús lo hizo, dando testimonio de vida.
Para eso tendremos que vencer las “pruebas de la vida” (tentaciones), como Jesús lo hizo en el
desierto y durante toda su vida. Hay que romper los “yugos” (cadenas) que nos atan y nos dominan:
1)
Los impulsos desordenados: Ejercer el “dominio propio” (Gal.5, 23)
que es un “don del Espíritu”; ser
dueños de nuestros instintos; control de sí mismos para que no nos dejemos
llevar de nuestras pasiones.
2)
Liberarnos de nuestros malos hábitos: La campaña compartir de éste año
nos invita a una alimentación sana;
por lo tanto dejemos de “consumir” comida “chatarra” (chucherías, refrescos de
colorantes, enlatados) que nos contamina y no nos alimenta. Los vicios del
cigarrillo, el licor o cualquier otro tipo de “drogas” que dañan nuestra salud.
No contaminemos más nuestro cuerpo ni nuestro espíritu.
3)
Purifiquemos nuestras relaciones
humanas: Para que
éstas no sean “destructivas” sino constructivas en base a la justicia, la
igualdad, la generosidad, la solidaridad el amor y la Paz. Revisemos nuestras
relaciones sociales con los demás, con la Naturaleza y con nuestro Dios,
intensificando nuestra VIDA DE ORACION
íntima y profunda, personal y comunitaria (familiar). Salgamos del aislamiento,
la soledad, el egoísmo, el individualismo y abrámonos a compartir con los
demás.
Vivamos con profundidad este tiempo de CUARESMA; tiempo de conversión, de Oración, de liberación y de
compartir lo que tienes acaparado. Amén
Pbro. Pablo Urquiaga
Primer domingo del tiempo de cuaresma.