domingo, 28 de febrero de 2016

Diez derechos del corazón


27/02/2016

Actualmente se constata una fecunda discusión filosófica sobre la necesidad de rescatar la razón cordial, como limitación a la excesiva racionalización de la sociedad y como enriquecimiento de la razón instrumental-analítica, que dejada a su libre curso, puede perjudicar la correcta relación con la naturaleza, que es de pertenencia y de respeto a sus ciclos y ritmos. Enumeremos algunos derechos de la dimensión del corazón.
1. Protege el corazón que es el centro biológico del cuerpo humano. Con sus pulsaciones riega con sangre todo el organismo haciendo que viva. No lo sobrecargues con demasiados alimentos grasos y bebidas alcohólicas.
2. Cuida el corazón. Es nuestro centro psíquico. De él salen, como advirtió Jesús, todas las cosas buenas y malas. Compórtate de tal manera que tu corazón no necesite sobresaltarse ante riesgos y peligros. Mantenlo apaciguado con una vida serena y saludable.
3. Vela tu corazón. El representa nuestra dimensión profunda. En él se manifiesta la conciencia que siempre nos acompaña, nos aconseja, nos advierte y también nos castiga. En el corazón brilla la chispa sagrada que produce en nosotros entusiasmo. Ese entusiasmo filológicamente significa tener un “Dios interior” que nos calienta e ilumina. El sentimiento profundo del corazón nos convence de que el absurdo nunca va a prevalecer sobre el sentido.
4. Cultiva la sensibilidad, propia del corazón. No permitas que sea dominada por la razón funcional. Armonízala con ella. Por la sensibilidad sentimos el corazón del otro. A través de ella intuimos que también las montañas, los bosques y las selvas, los animales, el cielo estrellado y el mismo Dios tienen un corazón pulsante. Finalmente nos damos cuenta de que hay un solo inmenso corazón que late en todo el universo.
5. Ama tu corazón. Es la sede del amor. El amor que produce la alegría del encuentro entre las personas que se quieren y que permite la fusión de cuerpos y mentes en una sola y misteriosa realidad. El amor que produce los milagros de la vida por la unión amorosa de los sexos y la entrega desinteresada, el cuidado de los más desvalidos, las relaciones sociales inclusivas, las artes, la música y el éxtasis místico que hace a la persona amada fundirse en el Amado.
6. Ten un corazón compasivo que sabe salir de sí y ponerse en el lugar del otro para sufrir con él, cargar juntos con la cruz de la vida y también juntos celebrar la alegría.
7. Abre el corazón a la caricia esencial. Es suave como una pluma que viene del infinito y, con el toque, nos hace percibir que somos hermanos y hermanas y que pertenecemos a la misma familia humana que habita en la misma Casa Común.
8. Dispón el corazón para el cuidado, que hace al otro importante para ti. Él sana las heridas pasadas e impide las futuras. Quien ama, cuida y quien cuida, ama.
9. Amolda el corazón a la ternura. Si quieres perpetuar el amor rodéalo de ternura y de gentileza.
10. Purifique día a día el corazón para que las sombras, el resentimiento y el espíritu de venganza, que también anidan en el corazón, nunca se sobrepongan al bien querer, a la finura y al amor. Entonces, tu corazón latirá al ritmo del universo y encontrará reposo en el corazón del Misterio, la Fuente originaria de donde procede todo, que nosotros llamamos sencillamente Dios.
Estas cinco recomendaciones que refuerzan el amor están llenas de sentido.
1. Pon corazón en todo lo que pienses y en todo lo que hagas. Hablar sin corazón suena frío e institucional. Las palabras dichas con corazón llegan a la profundidad de las personas. Se establece entonces una sintonía fina con los interlocutores u oyentes que facilita la comprensión y la adhesión.
2. En el razonamiento articulado procura poner emoción. No la fuerces porque ella debe revelar espontáneamente la profunda convicción de lo que crees y dices. Sólo así llega al corazón del otro y se hace convincente.
3. La inteligencia intelectual fría, que pretende comprender y resolver todo, genera una percepción racionalista y reduccionista de la realidad. Pero también el exceso de razón cordial y sensible puede decaer en el sentimentalismo almibarado y en proclamas populistas que alejan a las personas. Hay que buscar siempre la justa medida entre mente y corazón pero articulando los dos polos a partir del corazón.
4. Cuando tengas que hablar a un auditorio o a un grupo, procura entrar en sintonía con la atmósfera que hay allí. Al hablar, no hables solo desde la cabeza, da primacía al corazón. Él siente, vibra y hace vibrar. Las razones de la inteligencia intelectual solo son eficaces cuando vienen amalgamadas con la sensibilidad del corazón.
5. Creer no es pensar en Dios. Creer es sentir a Dios desde el corazón. Entonces nos damos cuenta de que estamos siempre en la palma de su mano y que una Energía amorosa y poderosa nos ilumina y calienta, y preside los caminos de la vida, de la Tierra y de todo el universo.
* Leonardo Boff escribió el libro Los Derechos del Corazón; el rescate de la razón cordial, Paulus  2016 y Trotta 2016.

"LA HIGUERA ESTÉRIL"


Comentario III domingo  del Tiempo de cuaresma, ciclo "C" 

Dios se da a conocer como el "Dios Creador": YO SOY. Él lo ha creado todo para que "fructifique", Él es también el "Dios de la Liberación"; sensible a las necesidades de su Pueblo; es misericordioso y compasivo pero es un "Dios exigente". Él es el DIOS DE LA VIDA y lo que no produce "vida" (fruto), no tiene razón de existir.

 La "higuera" no tiene razón de existir sino no da frutos; por eso el Señor de la parábola pide que se elimine (Evangelio de hoy). La higuera es el "Pueblo de Dios"; somos nosotros. Es por eso que se nos reclama y se nos advierte que si no damos "frutos", seremos destruidos. Dios no quiere "parásitos" ya que éstos nacen de la "corrupción". Todos, como Moisés, tenemos una misión que cumplir en ésta vida y debemos descubrirla, asumirla y dar frutos. Para eso hemos sido creados, para dar vida en abundancia.

La "Cuaresma" nos da la oportunidad de la "conversión"; arrepentirnos de nuestra vida "estéril", pasiva, acomodada y sin sentido. Tomemos conciencia de: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?; ¿para dónde vamos? Y ¿para que vivimos? ¿Estamos dando frutos? Aprendamos de la historia del Pueblo de Israel que para ser "LIBRES" tuvieron que superar las "pruebas del desierto" (2da. Lectura) y aquellos que las vencieron fueron los que pudieron llegar a la "tierra prometida"; los demás perecieron en el desierto o se tuvieron que regresar a Egipto para ser de nuevo "esclavos". "El que persevera, triunfa"; "chivo que se devuelve, se desnuca"; así dice el refrán popular. Aprendamos de una vez la lección y cambiemos nuestra actitud de vida. Amén
Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo



miércoles, 17 de febrero de 2016

Papa Francisco: “Cuando entro en una cárcel, me preguntó: ¿Por qué ellos y no yo?



El Papa celebró Jubileo de la Misericordia con presos mexicanos en el Centro Cereso 3, en Ciudad Juárez


ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
17 FEBRERO, 2016

En su última etapa en México, el Papa Francisco celebró el Jubileo de la Misericordia con 700 presos del Centro de Readaptación Social estatal número 3 (Cereso 3) en Ciudad Juárez, donde se encuentran encarceladas 3000 personas.


“Cuando entro en una cárcel, me preguntó: ¿Por qué ellos y no yo?, dijo el Papa Francisco en un emotivo discurso para rescatar la dignidad de las personas en las cárceles. “No hablo con el dedo parado, sino desde la experiencia de pastor…quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, insistió.

¿Te dieron sentencia? No te preguntes porqué, sino para qué, así el Papa evocó la esperanza de la misericordia y dejar todo atrás, porque Jesús – recordó – hace nueva todas las cosas, incluso para los descartados de la sociedad, relegados en una cárcel. “Luchen desde aquí para revertir la exclusión”, invitó el Papa.

“Estoy concluyendo mi visita a México y no quería irme sin venir a saludarlos[…] Celebrar el Jubileo de la misericordia con ustedes es recordar el camino urgente que debemos tomar para romper los círculos de la violencia y de la delincuencia”, dijo el Papa en la capilla Jesús Salvador durante el acto central.

El Papa agradeció el saludo de bienvenida y subrayó la manifestación por parte de las personas privadas de su libertad de “tantos dolores, temores e interrogantes”. Además estuvieron presentes 250 familiares de los reclusos y 50 miembros de la pastoral penitenciaria.

En su mensaje reafirmó que la cárceles “son un síntoma de cómo estamos como sociedad”. De igual manera, consideró que privar de la libertad una persona no resuelve los problemas, y sostuvo que hay que preocuparse de la vida de los reclusos, sus familias y de “aquellos que también han sufrido a causa de este círculo de la violencia”.

Por esto, indicó que la misericordia “nos recuerda que la reinserción no comienza acá en estas paredes; sino que comienza antes, comienza «afuera», en las calles de la ciudad”.

“La reinserción o rehabilitación comienza creando un sistema que podríamos llamarlo de salud social, es decir, una sociedad que busque no enfermar contaminando las relaciones en el barrio, en las escuelas, en las plazas, en las calles, en los hogares, en todo el espectro social”.

Entretanto sostuvo que, el problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando”.

“La preocupación de Jesús por atender a los hambrientos, a los sedientos, a los sin techo o a los presos (Mt 25,34-40)” señaló el Papa es un imperativo moral para toda la sociedad.

Cristo en la Cruz es la fragilidad de la humanidad

Por otro lado, el Papa inauguró la capilla Jesús Salvador al interno del Centro y regaló un Cristo de Cristal a los operadores de la pastoral penitenciaria. “Agradezco el bien que hacen aquí, hay mil maneras de hacer el bien que no se ve, y ustedes se van a encontrarse con mucha fragilidad. Por eso quise traer una muestra de esa fragilidad. Cristo en la Cruz es la fragilidad mas grande de la humanidad”.

Durante el encuentro el Sucesor de Pedro recibió el báculo de madera de cedro elaborado por los internos en la carpintería de la prisión número dos de Chihuahua, cárcel ubicada en otro lugar del Estado.

Testimonio

Asimismo, Évila Quintana Molina, de 34 años ha dado su testimonio como representante de las cien mujeres presas en Cereso 3: “Su presencia en este centro es un llamado a la misericordia sobre todo para aquellos que han perdido la esperanza en nuestra rehabilitación y a los que olvidaron que aquí hay seres humanos. La mayoría tenemos la esperanza de la redención y en algunos casos la voluntad de conseguirla”.

Después de esta visita, el Obispo de Roma encontrará posteriormente al mundo del trabajo en el Colegio de Bachilleres de Chihuahua. Tras celebrar la santa misa en el recinto ferial de Ciudad Juárez se trasladará al aeropuerto desde donde emprenderá el regreso a Roma, donde llegará este jueves, 18 de febrero, en la tarde.

Cortesía de http://es.aleteia.org/


martes, 16 de febrero de 2016

'Tatic', el obispo de los indios rehabilitado por Francisco




El Papa reivindica el ala progresista de la Iglesia católica latinoamericana



Samuel Ruiz fue marginado y denostado por sus propios hermanos obispos

"Puso en marcha la teología india, la rama indigenista de la teología de la liberación"
(José M. Vidal).- El Papa se mueve en México de periferia en periferia. De los pobres de Ecatepec a los indígenas de Chiapas, que, además de cargar con la miseria, arrastran el peso del ostracismo histórico y cultural, al que les ha sometido la cultura dominante. También la eclesiástica.
Pero a Francisco no le duelen prendas para reconocerlo y entonar un sentido 'mea culpa'. Aunque para ello tenga que rehabilitar a monseñor Samuel Ruiz (1924-2011), el obispo de los indios, el 'Tatic' (padre), al que sus pares le hicieron la vida imposible, por apostar clara y abiertamente por la defensa de los indígenas y de su cultura.
Eso sí, después de haberse 'convertido', como su 'maestro' el obispo mártir de San Salvador, monseñor Romero. De hecho,Samuel Ruiz llegó de obispo a Chiapas en 1960, a los 34 años, presumiendo de conservador. Pero la realidad de extrema pobreza y discriminación en las que encontró sumido a su pueblo, así como los aires renovadores del Vaticano II, le hicieron cambiar de óptica. Y, desde entonces, se colocó en la órbita y al servicio de los más pobres: sus indios.
Con sudor y pasión, comenzó por aprender los idiomas de los indios. Desde el toztzil al tzeltal, pasando por el chol y el tojolabal. Y a visitar sus chozas, de trocha en trocha, con su chubasquero y sus botas de agua llenas de barro. Las mismas, con las que, al regresar, entraba en la catedral.
El obispo Ruiz fue descubriendo (y más rigiendo la diócesis de su predecesor, Bartolomé de las Casas) que su misión pastoral consistía en inculturarse y en encarnarse de verdad en una diócesis mayoritariamente indígena. Y lo hizo con alma, corazón y vida.
Pero no sólo se dedicó a la beneficencia, sino a la educación de los indios, con escuelas y colegios. De esta forma, puso en marcha la teología india, la rama indigenista de la teología de la liberación. Y, además, incorporó a los indios a su proyecto pastoral. Y consagró 341 diáconos casados y envió a más de 15.000 catequistas.
Su modelo cuajó en San Cristóbal, pero comenzó a levantar las suspicacias del conservador episcopado mexicano, escorado a la derecha desde los tiempos de Juan Pablo II, y de la propia Roma. Para descalificarlo, lo tacharon de todo. Y, por supuesto, de "comunista". Le mandaron un arzobispo-coadjutor con derecho a sucesión, el dominico Raúl Vera. Pero a los pocos meses se convirtió al indigenismo de Ruiz y el Nuncio Prigione lo mandó a la otra punta del país, a la diócesis de Saltillo, que todavía dirige.
Las tornas han cambiado tanto en Roma con la llegada de la primavera que Francisco pidió que monseñor Vera (el otrora obispo rebelde y discípulo de Ruiz) le acompañe durante todo su periplo mexicano. De su mano, Vera regresa a Chiapas, para asistir a la rehabilitación solemne (con visita a su tumba incluida) del obispo al que los indios bautizaron como 'Tatic' (papá).
Francisco recupera al prelado icono del indigenismo y continúa así la reivindicación del ala progresista de la Iglesia católica latinoamericana, denostada durante tanto tiempo en el seno de la propia Iglesia, y martirizada por los sectores más conservadores y ricos de la sociedad y de la política mexicanas.
Ante la tumba de Samuel Ruiz, el Papa no inaugura una etapa de revancha de la progresía sobre la derecha católica. No se mueve en esos parámetros. Francisco viene a sumar y le gusta el poliedro de muchas caras. Lo que sí va a simbolizar es la recuperación del ala izquierda del catolicismo latinoamericano, para que, de verdad, la Iglesia sea de todos y para todos.
Y para conservar la 'casa común', como escribió en su 'Laudato si'. En Chiapas, el Papa pisó territorio de lucha por la Madre Tierra, pero también, contra la impunidad, la corrupción, el narcotráfico o el tráfico de emigrantes. Y la gente que lo sabe le decía: "Francisco, amigo, los indios están contigo".
Y, en la homilía de la misa al aire libre, Francisco repite el grito de dolor del papá Tatic de que, aquí, la pobreza y la exclusión social de los indígenas es cotidiana y terrible en el Estado más pobre de México, pero también el más rico en recursos naturales, diversidad cultural y biodiversidad natural. Y denuncia la exclusión de los indios y les pide perdón. Y, más aún, les dice que el mundo necesita su cultura de comunión con la madre tierra.
Algo de todo eso ya le sonaba de haberlo entrevisto hace 47 años. Porque es la segunda vez que Bergoglio visite Chiapas. La primera fue en 1969, recién ordenado sacerdote, a los 33 años. En esa ocasión viajó por caminos de tierra a la misión jesuita de Bachajón, en la selva Lacandona, y se entrevistó con el entonces obispo de San Cristóbal, Samuel Ruiz. Ahora, por obra y gracia de Francisco, el prelado de los indios regresa como el Cid, para ganar, después de muerto, su batalla de una Iglesia también indígena.



Cortesía de http://www.periodistadigital.com/

lunes, 15 de febrero de 2016

Papa Francisco a los indígenas mexicanos: La humanidad les necesita


Homilía en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México 


Li smantal Kajvaltike toj lek – la ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma, así comenzaba el salmo que hemos escuchado. La ley del Señor es perfecta; y el salmista se encarga de enumerar todo lo que esa ley genera al que la escucha y la sigue: reconforta el alma, hace sabio al sencillo, alegra el corazón, es luz para alumbrar el camino.
Esa es la ley que el Pueblo de Israel había recibido de mano de Moisés, una ley que ayudaría al Pueblo de Dios a vivir en la libertad a la que habían sido llamados. Ley que quería ser luz para sus pasos y acompañar el peregrinar de su Pueblo. Un Pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del Faraón, que había experimentado el sufrimiento y el maltrato hasta que Dios dice basta, hasta que Dios dice: ¡No más! He visto la aflicción, he oído el clamor, he conocido su angustia (cf. Ex 3,9).
Y ahí se manifiesta el rostro de nuestro Dios, el rostro del Padre que sufre ante el dolor, el maltrato, la inequidad en la vida de sus hijos; y su Palabra, su ley, se volvía símbolo de libertad, símbolo de alegría, sabiduría y luz. Experiencia, realidad que encuentra eco en esa expresión que nace de la sabiduría acunada en estas tierras desde tiempos lejanos, y que reza en el Popol Vuh de la siguiente manera: El alba sobrevino sobre todas las tribus juntas. La faz de la tierra fue enseguida saneada por el sol (33). El alba sobrevino para los pueblos que una y otra vez han caminado en las distintas tinieblas de la historia.
En esta expresión, hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente. En el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz.
Nuestro Padre no sólo comparte ese anhelo, Él mismo lo ha estimulado y lo estimula al regalarnos a su hijo Jesucristo. En Él encontramos la solidaridad del Padre caminando a nuestro lado. En Él vemos cómo esa ley perfecta toma carne, toma rostro, toma la historia para acompañar y sostener a su Pueblo; se hace Camino, se hace Verdad, se hace Vida, para que las tinieblas no tengan la última palabra y el alba no deje de venir sobre la vida de sus hijos.
De muchas formas y maneras se ha querido silenciar y callar ese anhelo, de muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles.
Frente a estas formas, la creación también sabe levantar su voz; “esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que “gime y sufre dolores de parto” (Rm 8,22)” (Laudato si’, 2).
El desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos impactan a todos (cf. Laudato si’,14) y nos interpelan. Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia.
En esto ustedes tienen mucho que enseñarnos, que enseñar a la humanidad. Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como “fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (Aparecida, 472).
Sin embargo, muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón! ¡Perdón, hermanos! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes.
Los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas y características culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan estos jóvenes que no se pierda la sabiduría de sus ancianos.
El mundo de hoy, preso del pragmatismo, necesita reaprender el valor de la gratuidad.
Estamos celebrando la certeza de que “el Creador no nos abandona, (que) nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, (que) no se arrepiente de habernos creado” (Laudato si’, 13). Celebramos que Jesucristo sigue muriendo y resucitando en cada gesto que tengamos con el más pequeño de sus hermanos. Animémonos a seguir siendo testigos de su Pasión, de su Resurrección haciendo carne Li smantal Kajvaltike toj lek – la ley del Señor que es perfecta del todo y reconforta el alma.

Cortesía de http://es.aleteia.org/


El Papa: ‘Prefiero una familia con rostro cansado que maquillado por no saber de ternura y compasión’

Francisco ha escuchado los testimonios de varias familias de México e invita a ‘echarle ganas’ como Dios lo hace con nuestra vida

El papa Francisco ha asegurado que prefiere “una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia y sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar”, “una familia que una y otra vez intenta volver a empezar a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort”, “una familia con rostro cansado por la entrega a rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión”.
Lo ha hecho este lunes, en Tuxtla Gutiérrez, tras compartir un tiempo, pero sobre todo, tras abrazar a las familias de México. En esta fiesta protagonizada por la alegría, los cantos y la música; tanto niños, como jóvenes, adultos y ancianos han acogido al Pontífice con gran entusiasmo. Además, ha aprovechado la ocasión para invitar a los matrimonios a que renueven sus promesas matrimoniales y a los novios a pedir la gracia de una familia fiel y llena de amor.
El Santo Padre ha escuchado el testimonio de Humberto y Lucy, él soltero y ella divorciada, se casaron por lo civil hace 16 años. Hace 3 años que el Señor les habló y se acercaron a la Iglesia. Saben que no pueden acceder a la eucaristía, pero que pueden “comulgar a través del hermano necesitado, del hermano enfermo, del hermano privado de su libertad”.
También escuchó a Beatriz, madre soltera. Una infancia marcada por la pobreza, la violencia y el abandono de su padre, lo que le hizo no sentirse querida y tener relaciones en la adolescencia, quedando embarazada en varias ocasiones experimentando la tristeza, el rechazo social y la soledad más profunda. Después se encontró con el amor de Dios a través de su Iglesia. La tentación del aborto siempre se presentó como una alternativa que parecía la solución a los problemas, pero con la ayuda de Dios, pudo salir victoriosa de esas batallas.
Y a Manuel, que es un adolescente  discapacitado. Antes caminaba, corría, jugaba como todo niño, pero a los 5 años le diasgnosticaron distrofia muscular. Pero sabe que Dios le ha bendecido con esta capacidad especial. En Él confía y si es su voluntad le dará su salud física. Manuel sale en su silla de ruedas a evangelizar y lo hace con mucha alegría para invitar a muchos adolescentes que no conocen el amor de Dios.
Y finalmente compartió su testimonio una familia de la diócesis de Tapachula. Gracias al testimonio de los padres de el esposo, han aprendido el valor de la oración, la escucha y la lectura de la palabra de Dios. Han aprendido a reconocer el gran valor de la participación en los sacramentos.
Estos testimonios de vida han servido de inspiración para el discurso del Santo Padre. Haciendo referencia a Manuel, el Papa ha asegurado que le ha gustado una expresión que utilizó “echarle ganas”. Así, ha indicado que esto es lo que “el Espíritu Santo siempre quiere hacer en medio nuestro: echarnos ganas, regalarnos motivos para seguir apostando, soñando y construyendo una vida que tenga sabor a hogar, a familia”. Y eso es lo que el Padre Dios siempre ha soñado y por lo que desde tiempos lejanos ha peleado. Cuando parecía todo perdido esa tarde en el jardín del Edén, cuando el Pueblo de Israel sentía que no daba más en el camino por el desierto, cuando llegó la plenitud de los tiempos, “el Padre Dios le echó ganas”.
El Santo Padre ha reconocido que todos hemos hecho experiencia de eso, cuando el Padre Dios le ha echado ganas a nuestra vida.  De este modo, ha explicado que Dios lo hace “porque no sabe hacer otra cosa”, porque su nombre es “amor, donación, entrega, misericordia”.
Sobre el testimonio de Beatriz, el Santo Padre ha subrayado que “la precariedad, la escasez, el no tener muchas veces lo mínimo nos puede desesperar, nos puede hacer sentir una angustia fuerte ya que no sabemos cómo hacer para salir adelante y más cuando tenemos hijos a cargo”.Y así ha advertido que la precariedad no solo amenaza el estómago sino que puede amenazar el alma, desmotivar, sacar fuerza y tentar con caminos o alternativas de aparente solución, pero que al final no solucionan nada. También ha hablado de la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento, reconociendo que “el aislamiento siempre es un mal consejero”.
Asimismo, el papa Francisco ha explicado a las familias que “la forma de combatir esta precariedad y aislamiento, que nos deja vulnerables a tantas aparentes soluciones, se tiene que dar a distintos niveles”. Una es “por medio de legislaciones que protejan y garanticen los mínimos necesarios para que cada hogar y para que cada persona pueda desarrollarse por medio del estudio y un trabajo digno”. Y por otro lado, buscar “la manera de transmitir el amor de Dios que habían experimentado en el servicio y en la entrega a los demás”.
Cortesía de https://es.zenit.org

domingo, 14 de febrero de 2016

¡LAS TENTACIONES DE CRISTO HOY!


Comentario I domingo  del Tiempo de cuaresma, ciclo "C" 

Vivimos en un "tiempo de pruebas", de "desierto" y como Jesús estamos siendo tentados:

A usar nuestro "poder" para satisfacer nuestras necesidades y no la de los demás...

A desviar nuestra Fe hacia la "idolatría del dinero" y así obtener "riquezas fáciles" a través del "bachaqueo o raspando cupos viajeros".

A buscar los caminos de la "fama y el prestigio" usando a "dios" como pretexto, rechazando así el camino de la sencillez, la humildad y el "sacrificio" (Donación).

En la 1ra. Lectura de hoy se nos recuerda que todo lo que obtenemos, de nuestro Dios lo recibimos y debemos ser agradecidos; es por eso que los Israelitas ofrecían a Dios sus "primicias" de sus cosechas como agradecimiento por los frutos del trabajo. Así debemos hacer nosotros los cristianos, ofrecerle a Dios los frutos de nuestro trabajo (porque el PAN es más PAN cuando ha habido esfuerzo) y sabemos que al compartirlo con nuestros hermanos más necesitados, con Dios lo compartimos. "Todo lo que has hecho con uno de mis hermanos más necesitados, conmigo lo has hecho" (Mt. 25, 40).


Hay que creer "de corazón" y no solo de "labios", como lo señala la 2da. Lectura de hoy. La Fe hay que mostrarla por medio de las "obras" (hechos y no buenas razones). Necesitamos "volver a Jesús" (Oración), para aprender de Él y así poder salir victoriosos de las "tentaciones de hoy" (Lc. 4, 1-13). Debemos vencer con la ayuda de su Espíritu (y del ayuno) las otras tentaciones que nos asechan como son: La apatía, la indiferencia, la flojera, el individualismo; el "acaparar y no compartir nuestras primicias"; el querer seguir viviendo de la "renta petrolera", de "vivir del azar" (sin trabajar) aplicando la ley del menor esfuerzo y la "corrupción" que es la peor de las tentaciones de hoy. Digamos como Jesús: ¡A Dios solo adoraremos y daremos culto! Amén. 

Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo

viernes, 5 de febrero de 2016

Video#2 de intenciones de oración: El Papa Francisco alienta a cuidar la "casa común"




VATICANO, 05 Feb. 16 / 11:31 am (ACI).- En el segundo video de la serie en la que el Papa Francisco explica sus intenciones de oración para cada mes, el Santo Padre alienta en febrero a cuidar de la creación.
La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para este mes es: “para que cuidemos de la creación, recibida como un don que hay que cultivar y proteger para las generaciones futuras”.
La Red Mundial de Oración del Papa ha sido la encargada de producir este video en el que el Pontífice afirma que “creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es una herencia común cuyos frutos deben beneficiar a todos. Sin embargo, ¿qué pasa en el mundo donde vivimos?”
“La relación entre la pobreza y la fragilidad del planeta requiere otro modo de ejercer la economía y el progreso concibiendo un nuevo estilo de vidaporque necesitamos una conversión que nos una a todos: liberarnos de la esclavitud del consumismo”, afirma luego Francisco.
“Y este mes –concluye el Papa en el video– te hago una petición especial: que cuidemos de la creación recibida como un don que hay que cultivar y proteger para las generaciones futuras. Cuidar la casa común”.
Cortesía de https://www.aciprensa.com