Comentario III domingo del Tiempo de cuaresma, ciclo "C"
Dios se da a conocer como el
"Dios Creador": YO SOY. Él lo ha creado todo para que
"fructifique", Él es también el "Dios de la Liberación";
sensible a las necesidades de su Pueblo; es misericordioso y compasivo pero es
un "Dios exigente". Él es el DIOS DE LA VIDA y lo que no produce
"vida" (fruto), no tiene razón de existir.
La "higuera" no tiene razón de
existir sino no da frutos; por eso el Señor de la parábola pide que se elimine
(Evangelio de hoy). La higuera es el "Pueblo de Dios"; somos
nosotros. Es por eso que se nos reclama y se nos advierte que si no damos
"frutos", seremos destruidos. Dios no quiere "parásitos" ya
que éstos nacen de la "corrupción". Todos, como Moisés, tenemos una
misión que cumplir en ésta vida y debemos descubrirla, asumirla y dar frutos.
Para eso hemos sido creados, para dar vida en abundancia.
La "Cuaresma" nos da la
oportunidad de la "conversión"; arrepentirnos de nuestra vida
"estéril", pasiva, acomodada y sin sentido. Tomemos conciencia de:
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?; ¿para dónde vamos? Y ¿para que vivimos?
¿Estamos dando frutos? Aprendamos de la historia del Pueblo de Israel que para
ser "LIBRES" tuvieron que superar las "pruebas del
desierto" (2da. Lectura) y aquellos que las vencieron fueron los que
pudieron llegar a la "tierra prometida"; los demás perecieron en el
desierto o se tuvieron que regresar a Egipto para ser de nuevo
"esclavos". "El que persevera, triunfa"; "chivo que se
devuelve, se desnuca"; así dice el refrán popular. Aprendamos de una vez
la lección y cambiemos nuestra actitud de vida. Amén
Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo
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