sábado, 27 de mayo de 2017

¡Vayan a ser Testigos de la Resurrección!


Comentario VII domingo de pascua  Ciclo "A" Solemnidad de la Ascensión del Señor

Jesús, después de 40 días de haber dado muestras de que estaba vivo, mostrándose a sus discípulos de muchas formas y maneras; cumple su MISIÓN en este mundo y regresa al PADRE. Es la fiesta que celebramos hoy: LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
Ahora nos toca a nosotros sus discípulos que nos dice: ¡”Vayan a ser mis Testigos hasta los confines de este mundo”! (Hch. 1,8). Jesús no nos dejará solos; para llevar a cabo nuestra Misión, que es la misma de Él, nos enviará la FUERZA (poder) de su Santo Espíritu que vendrá “sobre nosotros” e iluminará nuestros corazones y nuestras mentes para que valoremos nuestra Esperanza y la herencia que el Señor nos tiene prometida a los que se consagran a Él y a la causa de su Reino Eterno. Aleluya (Ef. 1,18) “Ni el ojo vio ni el oído oyó ni la mente imaginó lo que Dios ha preparado para los que le aman” (Rom. 2,9)
Dios quiere que su Iglesia, que es su PUEBLO, se ponga en camino (en marcha) a proclamar que el Reino de Dios ha llegado para sanar, liberar y resucitar; es decir, a dar la Nueva vida en su Nombre a los que crean. No basta con “proclamar” la buena Noticia; hay que ser TESTIGOS y para eso necesitamos la FUERZA que viene de lo alto. El señor no quiere una iglesia “encerrada en si misma”, mirándose el ombligo, con ceremonias y cultos suntuosos sino una “IGLESIA EN SALIDA”; en la calle, no solo para quedarse “mirando al cielo” sino para mirar y poner sus pies descalzos sobre la tierra, ver sus necesidades y ponerse al servicios de los más necesitados y transformándola para que el “Reino de los cielos se haga aquí en nuestra tierra.
Hoy celebramos también la “Jornada de los Medios de Comunicación Social”. Hay que ir por ellos; utilizarlos para extender el Evangelio y exigirles el reto que tienen para que cumplan con su Misión. Hay que “arrebatárselos” al enemigo que está haciendo estragos con ellos, sobre todo con las “redes sociales”. Que no sean más “medios de envenenamiento” para que sean medios de: Libertad, Amor y PAZ. 

Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo

miércoles, 3 de mayo de 2017

Anciano que busca comida en la basura da lección de fe a miles

CARACAS, 02 May. 17 / 05:20 pm (ACI).- Un anciano que buscaba alimentos entre la basura en Venezuela dio a un grupo de extranjeros una lección de fe y esperanza cristiana, al explicarles -con una sonrisa pese a su extrema pobreza- que Dios los envió.


Según cibernautas y medios de comunicación, el hecho ocurrió en una calle de Puerto Ordaz, en la región de Guayana, afectada también por la grave crisis económica que ha ocasionado una gran escasez de medicinas y alimentos en el país.
“Una gran oscuridad cubre nuestro país. Estamos viviendo situaciones dramáticas: la grave escasez de medicinas y alimentos, ¡Nunca antes habíamos visto tantos hermanos nuestros hurgar en la basura en búsqueda de comida!”, exclamaron en enero los obispos venezolanos.
Una de estas personas es un anciano que tuvo un breve encuentro con un grupo de canadienses que lo grababa desde un vehículo.
Los extranjeros, que se identificaron como canadienses, iniciaron la conversación preguntando al indigente qué es lo que buscaba en la basura. “Cualquier cosa de valor”, respondió, pero luego añadió que “si consigo comida, también me la como”.
“Estaba buscando algo de comer en la basura. Ahorita por allá (señala un lugar) conseguí unos pedacitos de plátano, las puntas de los plátanos que los cortan en las casas. Conseguí tres o cuatro pedacitos y me los comí. Y mientras estaba en eso apareció una persona como usted, como ustedes, y me dio un pedazo de saladito con queso por dentro. La mitad de su desayuno me lo dio. Pero no estoy satisfecho y ando buscando algo más de comer. Si consigo bien, pero todo llega, todo llega hijo”, explicó el anciano.
El hombre, que no dejaba de mostrar sentido del humor, preguntó a sus interlocutores si pertenecían a un grupo cristiano. Estos dijeron que no. Ante la negativa, el anciano les aclaró que eran “unas personas muy filántropas”.
“Filántropas son personas de buen corazón, cristianos, humanistas”, les explicó. “Filántropos, el que da pan al hambriento. Como lo era Cristo; y andan haciendo cosas buenas con los abandonados de la Tierra. Eso son ustedes, filántropos”, afirmó el indigente mientras los extranjeros le llenaban su caja de cartón con algunos alimentos.
“Gracias”, expresó el anciano. “Muy agradecido de verdad, verdad. Cristo estará siempre con ustedes porque ustedes andan haciendo una obra cristiana muy grande. Cristo vive, Él está en vuestros corazones, lo sé yo. Ustedes sí son cristianos de verdad, verdad”, afirmó.
Antes de despedirse, el indigente también agradeció “al Señor por mandarlos”. “Porque ustedes no vinieron porque quisieron venir. No. Dios”, expresó señalando el Cielo.
“Que tengan feliz día y que nos les dé mucho frío en Canadá”, culminó el hombre sin perder el buen humor. 

Cortesía de https://www.aciprensa.com