sábado, 29 de julio de 2017

¡“LOS TESOROS DEL REINO”!


Comentario domingo XVII  del Tiempo ordinario Ciclo A

La SABIDURIA DIVINA es sin duda uno de los “tesoros del Reino de Dios”. Salomón la pidió y se le concedió; y con ella la capacidad de “escuchar y discernir” para servir (gobernar) a su Pueblo con “JUSTICIA”. Además Dios le concedió “lo que no le pidió”: “riquezas, fama, generosidad, gloria y poder. Parece ser que las riquezas, el poder, la fama, etc. corrompen aquellos que carecen de la Sabiduría de Dios; ese discernimiento para saberla usar con humildad, sencillez, generosidad y vocación al servicio de los demás.

En el Evangelio de hoy, Jesús compara el Reino de los cielos con un “tesoro escondido en el campo” o “con una perla preciosa de gran valor”. Aquel que es SABIO, la encuentra; va y vende cuanto tiene para obtenerla. Eso fue lo que hizo Salomón. Dios le dijo que le pidiera lo que quisiera y él humildemente reconoció sus limitaciones renunciando a todos los privilegios o tesoros de este mundo y solo pidió SABIDURÍA para gobernar (servir) al PUEBLO DE DIOS.

Pidamos a DIOS HOY por nuestros gobernantes para que imiten a Salomón y les dé “discernimiento y humildad” para gobernarnos según sus “mandatos divinos” y reciban esa SABIDURÍA para que nunca se desvíen de sus caminos y practiquen la JUSTICIA PARA TODOS y así conseguir la PAZ VERDADERA tan anhelada. Que piensen primero en el bienestar del PUEBLO, empezando siempre por los más necesitados y que nunca usen el poder para beneficio o provecho propio. ¡Ah! y que no olviden lo que le pasó a Salomón al final de su reinado; por estar poniendo su corazón en los “ídolos cananeos” y las “brujerías” de la “diosa Astarté”, seducido por sus perversas “súbditas serpientes”; perdió su Sabiduría, trayendo la desgracia para su familia, para el Pueblo y para sí mismo.
             OREMOS POR ELLOS. AMEN
Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo



sábado, 22 de julio de 2017

LA COSECHA FINAL


Comentario domingo XVI  del Tiempo ordinario Ciclo A

Dejen que el trigo y la cizaña crezcan juntos hasta el final de la cosecha. En su tiempo, los segadores recogerán primero la cizaña y la quemarán Y el trigo lo guardarán en mi granero” 

(MT.13, 30). Venezuela ha quedado dividida en dos bandos, los de la izquierda y los de la derecha; los del “capitalismo” y los del “socialismo”; los del “chavismo” y los del “antichavismo”; los “rojos” y los “azules”… ¿los buenos y los malos? Sabemos que en éste campo que es Venezuela, el “trigo” y la “cizaña” crecen juntos y mientras crecen se pueden “confundir”. Hay que dejar que llegue la “ciega”; es decir, la COSECHA FINAL. Ahí se sabrá quien es de verdad “trigo o cizaña”. El trigo y la cizaña representan a los “hijos de la LUZ” (de Cristo) y a los “hijos de las tinieblas” (del anticristo). Estos jamás se podrán mezclar ni tampoco “reconciliar”, ya que tienen dos destinos diferentes. Yo creo que ha llegado la HORA en que los hijos de la LUZ se reconcilien entre sí y se UNAN pues los hijos de las tinieblas ya hace rato que están haciendo su obra tratando de ahogar y destruir al trigo. NO PUEDE HABER POSIBILIDAD DE RECONCILIACIÓN entre los hijos de la LUZ y los hijos de las tinieblas; entre ellos hay un LUCHA A MUERTE. 

Jesús lo dijo un día: “los hijos de las tinieblas son mas astutos que los hijos de la LUZ”.He ahí el problema: Estamos mezclados. En los dos bandos hay “trigo y cizaña” y tenemos que empezar a identificarnos. “Por sus frutos los conocerán”, dice el SEÑOR. Es por eso que al hablar de “RECONCILIACIÓN” tenemos que tener mucho cuidado de que “reconciliación” hablamos y con quien. Si reconciliación significa PERDONAR y no guardar rencor al que piensa distinto manteniendo nuestras posiciones; está bien. Esa reconciliación es necesaria. Ahora bien, si por “reconciliación” se entiende hacer un “pacto” para que “el trigo y la cizaña” vayan a ser guardado en el mismo granero y se les trate igual; eso no es posible ya que pertenecemos a dos mundos distintos. No podemos serle fiel al reino de éste mundo y al REINO DE DIOS; no podemos SERVIR a dos señores; amaremos a uno y despreciaremos a otro. He aquí el DILEMA de éste mundo. Siempre habrá GUERRA ESPIRITUAL entre el “trigo y la cizaña” aunque por ahora tengan que estar juntos en un mismo campo. 

El día de la COSECHA FINAL llegará y se cumplirá la profecía. Los ángeles de Dios: recogerán la “cizaña” y la quemarán en el fuego y luego recogerán el “trigo” y lo colocarán en el granero de nuestro DIOS para siempre. Ahí se sabrá definitivamente quienes son “trigo” y quienes son “cizaña”; la “cizaña” acabará y el “trigo” perdurará para siempre. No habrá ya más confusiones. 

Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo

miércoles, 19 de julio de 2017

Nueva Evangelización ¿Puedes ser catequista si no tienes experiencia de fe ni testimonio que contar?





Luis Francisco Ladaria Ferrer


Son muchos los movimientos eclesiales que enseñan a sus evangelizadores a anunciar el evangelio desde su testimonio personal. Estos evangelizadores aprenden a explicar cómo ellos, personalemnte, conocieron a Cristo, cómo apostaron por Él o se enamoraron de Él, como Dios les guió, o salvó o transformó y sigue haciéndolo en el día a día... 


Esto, que puede oírse con frecuencia en métodos evangelizadores como Cursos Alpha, Cursillos de Cristiandad, Seminarios de Vida en el Espíritu, las catequesis neocatecumenales o anuncios callejeros del kerigma, no es, sin embargo, algo que los niños o adolescentes escuchen mucho de sus catequistas parroquiales, que por lo general se centran en exponer un temario teórico de un libro (y, a veces, hacer rezar).


Sin testimonio, no hay catequesis
Sin embargo, el nuevo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el jesuita español Luis Francisco Ladaria, ha asegurado en un simposio internacional sobre catequesis que “si no hay testimonio no hay catequesis ni conocimiento”, puesto que “es un elemento esencial de la fe y de su transmisión” .



“Es el testimonio lo que nos hace creyentes, a través de los tiempos y de los siglos”, sostuvo Ladaria durante el Simposio Internacional Catequético realizado en Buenos Aires, Argentina, entre el 11 y el 14 de julio de 2017.


La fe lleva al amor, y el amor nos transforma
Analizando la primera encíclica del Papa Francisco ´Lumen Fidei´, la cual, dijo, “de algún modo completa las otras encíclicas del Papa Benedicto XVI”, explicó que la luz de la fe lleva al amor y que “los creyentes son transformados por el amor” y de esa manera el testimonio de cada uno se convierte en algo “imprescindible de la transmisión de la fe”.



“La fe supone cierta experiencia”,  aseveró Mons. Ladaria, y esto lo muestra el mismo Cristo, “el testigo fiel”.


En cuanto a la catequesis, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe afirmó que “la fe nace de la escucha y está destinada en convertirse en anuncio”. “La fe en el Dios Amor lleva al amor de Dios y del prójimo” y para eso es necesario, como nos anima San Pablo, que “tengamos los mismo sentimientos que Cristo Jesús”.


Jesús, nuestro experto en Dios
Además, para muchos Cristo será también el "experto" en Dios que nos iluminará y guiará. “Tenemos necesidad de fiarnos en un experto en las cosas de Dios”, explicó el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, “Jesús es aquel que nos explica a Dios”. “La vida de Cristo, su modo de conocer al Padre abre un espacio nuevo a la experiencia humana en el que podemos entrar”, y eso es “la oración”, concluyó el nuevo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Cortesía de religionenlibertad.com
Luis Francisco Ladaria Ferrer 
nuevo Prefecto de Doctrina de la Fe en el Vaticano


sábado, 15 de julio de 2017

¡La SEMILLA de la PALABRA!


Comentario domingo XV  del Tiempo ordinario Ciclo A

¡Hay que sembrar! El Señor Jesús nos ha mandado a sembrar la semilla de su Palabra por todo el mundo, en todo tiempo y en todo lugar. No importa que corramos el riesgo de que algunas semillas se pierdan; lo importante son aquellas que caen en “tierra buena” y dan fruto según la “calidad” de esa tierra en la cual cae.

Nosotros somos esa tierra, la cual tenemos que trabajar y preparar (abonar) para que cuando caiga la “semilla”, no se pierda y pueda dar fruto abundante. Hay “tierras” que son “piedra dura”; enmohecidas por el orgullo, la soberbia y la autosuficiencia; es imposible que allí la semilla pueda germinar pues está bloqueada para recibirla. Hay otras que se abren a la semilla pero el terreno está lleno de “escombros” (basura) y se frustra en ella la siembra. Otras reciben la semilla pero el enemigo siembra la “cizaña” que ahogan el fruto débil y éste se seca y muere. Pero hay otras “tierras buenas”; son los sencillos y humildes que la esperan con alegría porque están preparados para recibirla y es por eso que allí las semillas dan fruto abundante.

Ellos son los que se convierten en Misioneros sembradores. A unos les toca preparar la tierra; a otros sembrar la semilla y a otros cosechar el fruto. La Creación entera está “gimiendo” con dolores de parto esperando que los “hijos de Dios” se manifiesten para verse liberada del desorden y de la esclavitud de la corrupción para compartir el gozo de la gloriosa libertad de estos su hijos “labradores” y que la naturaleza, creación de Dios por su Palabra vuelva a ser como al principio el JARDÍN DEL EDÉN que El quiso que fuera.

¡A desalambrar que la tierra es nuestra y su fruto también. Todos a sembrar. Amen
Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo




jueves, 13 de julio de 2017

El Papa abre la puerta de la santidad a los que ofrecen su vida por los más necesitados


Francisco firma un Motu Proprio que los equipara al martirio o las virtudes heroicas


El "ofrecimiento de vida", nueva causa de beatificación y canonización en la Iglesia católica


(Jesús Bastante).- Sin lugar a dudas, este verano parece estar destinado a ser el de las "sorpresas". Si hace apenas una semana, el Papa Francisco defenestraba al cardenal Müller al frente de Doctrina de la Fe, ahora la Santa Sede acaba de publicar el Motu Proprio 'Maiorem hac dilectionem', en el que se declara "el ofrecimiento de la vida"como "un nuevo ejemplo de caso de beatificación y canonización, distinto del martirio y las virtudes heroicas".
¿Qué significa esto? Que el Papa Francisco, en un nuevo paso en pos de esa "Iglesia pobre y para los pobres", ha abierto el camino a la beatificación y canonización de aquellos cristianos que, "impulsados por la caridad", ofrecen su vida por el prójimo,"aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura".
Algo distinto a los mártires, que murieron "por odio a la fe". Los misioneros, los cooperantes católicos, los "buenos samaritanos", los que colocan la caridad en el centro de su misión. Por eso, no es extraño que la carta arranque con el texto del Evangelio de Juan: "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos". Una "Iglesia samaritana", junto a la clásica "Iglesia de los mártires".
En el Artículo 1 de la Carta Apostólica (escrita tras el parecer favorable de la Congregación para las Causas de los Santos), el Papa establece que el "ofrecimiento de la vida es es un nuevo camino, una nueva circunstancia en el proceso de beatificación y de canonización, distinta de las del martirio y la heroicidad de las virtudes".
Este cuarto camino se suma a los tres previstos a lo largo de los siglos por la Iglesia católica, que prevén que se puede proceder a la beatificación de un Siervo de Dios afianzados en el camino del martirio; el camino de las virtudes heroicas y el equivalente que confirma el culto antiguo.
"Son dignos de especial consideración y honor aquellos cristianos que, siguiendo más de cerca las huellas y las enseñanzas del Señor Jesús, han ofrecido voluntaria y libremente su vida por los demás y han perseverado hasta la muerte en este propósito", afirma el documento, firmado hoy mismo.
"Es cierto que el heroico ofrecimiento de la vida, sugerido y sostenido por la caridad, expresa una verdadera, plena y ejemplar imitación de Cristo y, por lo tanto, es merecedor de aquella admiración que la comunidad de los fieles suele reservar a aquellos que voluntariamente han aceptado el martirio de sangre o han ejercido en grado heroico las virtudes cristianas", reitera el Papa.
A partir de ahora, para que el "ofrecimiento de la vida" sea válido en la beatificación de un Siervo de Dios, debe responder a "el ofrecimiento libre y voluntario de la vida y heroica aceptación por caridad de una muerte segura y rápida"; "ejerciendo, al menos en grado ordinario, las virtudes cristianas antes de ofrecer la vida y, después, hasta la muerte"; la "existencia de fama de santidad y de signos, al menos después de la muerte" y "la necesidad del milagro para la beatificación, que tenga lugar después de la muerte del Siervo de Dios y por su intercesión".
Cortesía de: http://www.periodistadigital.com
Jesús Bastante, 11 de julio de 2017 a las 12:22




Francisco: "La catequesis no es un trabajo, se es catequista toda la vida"


El Papa invita a "ser creativos" y "buscar diferentes medios para anunciar a Cristo"


"Jesús se adaptaba a las personas que tenía ante él para hacerles cercano el amor de Dios"


(J. Bastante/Aica).- "La catequesis no es un trabajo, se es catequista toda la vida". El Papa Francisco envió un mensaje al Simposio Internacional de Catequética que esta semana se celebra en la Universidad Católica Argentina.
En sus palabras, Bergoglio animó a los catequistas a "ser creativos" y "buscar diferentes medios y formas para anunciar a Cristo".
"Ser catequista es una vocación de servicio en la Iglesia, lo que se ha recibido como don de parte del Señor debe a su vez transmitirse", dijo el Papa y señaló la importancia de "volver al ‘kerygma'", "el anuncio fundamental que debe resonar una y otra vez en la vida de un cristiano, y más aún en aquel que está llamado a anunciar y enseñar la fe", aseveró.
El Sumo Pontífice afirmó que este anuncio debe acompañar la fe que está presente en la religiosidad popular del pueblo y que "es necesario hacerse cargo de todo el potencial de piedad y amor que encierra la religiosidad popular".
El catequista "camina desde y con Cristo", y no debe ser una persona que parte de sus propias ideas y gustos, sino que se deja mirar por Él. "Cuanto más toma Jesús el centro de nuestra vida, tanto más nos hace salir de nosotros mismos, nos descentra y nos hace ser próximos a los otros", garantizó.
El Pontífice también ratificó la relevancia de la catequesis ‘mistagógica', "que es el encuentro constante con la Palabra y los sacramentos y no algo meramente ocasional... la vida cristiana es un proceso de crecimiento y de integración de todas las dimensiones de la persona", recordó.
"El catequista -continuó el Papa- es además creativo, busca diferentes medios y formas para anunciar a Cristo". "Esta búsqueda de dar a conocer a Jesús como suma belleza nos lleva a encontrar nuevos signos y formas para la transmisión de la fe. Los medios pueden ser diferentes pero lo importante es tener presente el estilo de Jesús, que se adaptaba a las personas que tenía ante él para hacerles cercano el amor de Dios", apuntó.
"Hay que saber ‘cambiar', adaptarse, para hacer el mensaje más cercano, aun cuando es siempre el mismo, porque Dios no cambia sino que renueva todas las cosas en Él. En la búsqueda creativa de dar a conocer a Jesús no debemos sentir miedo porque Él nos precede en esa tarea. Él ya está en el hombre de hoy, y allí nos espera", invitó Francisco.
Finalmente, agradeció a los catequistas "por lo que hacen, pero sobre todo porque caminan con el Pueblo de Dios", y los animó a que sean "alegres mensajeros, custodios del bien y la belleza que resplandecen en la vida fiel del discípulo misionero".
El mensaje fue leído por el Nuncio Apostólico en la Argentina, Emil Paul Tscherrig, durante la celebración de la misa presidida por el arzobispo de Resistencia y presidente de la comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, monseñor Ramón Alfredo Dus, en la inauguración del Simposio Internacional de Catequética. Fue concelebrada por el nuncio apostólico y numerosos obispos.
En la misa se recordó al cardenal Eduardo Pironio, a monseñor Lucio Gera, profesor emérito de la Facultad de Teología y uno de los más importantes representantes del pensamiento teológico, y al presbítero Francisco de Vos, primer director del Instituto Superior de Catequesis Argentina (ISCA) que trabajó durante muchos años en el campo de la Catequesis, en el ámbito nacional.
Mensaje completo del Papa a los catequistas
A Su Excelencia Mons. Ramón Alfredo Dus, Arzobispo de Resistencia,
Presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica
Vaticano, 5 de julio de 2017

Querido hermano:
Un cordial saludo a vos y a todos los que participarán en los diferentes encuentros de formación que ha organizado la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica.

San Francisco de Asís, cuando uno de sus seguidores le insistía para que le enseñara a predicar, le respondió de esta manera: «Hermano, [cuando visitamos a los enfermos, ayudamos a los niños y damos comida a los pobres] ya estamos predicando». En esta bella lección se encuentra encerrada la vocación y la tarea del catequista.
En primer lugar, la catequesis no es un «trabajo» o una tarea externa a la persona del catequista, sino que se «es» catequista y toda la vida gira entorno a esta misión. De hecho, «ser» catequista es una vocación de servicio en la Iglesia, lo que se ha recibido como don de parte del Señor debe a su vez transmitirse. De aquí que el catequista deba volver constantemente a aquel primer anuncio o «kerygma» que es el don que le cambió la vida. Es el anuncio fundamental que debe resonar una y otra vez en la vida del cristiano, y más aún en aquel que está llamado a anunciar y enseñar la fe. «Nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio» (Evangelii Gaudium, 165). Este anuncio debe acompañar la fe que está ya presente en la religiosidad de nuestro pueblo. Es necesario hacerse cargo de todo el potencial de piedad y amor que encierra la religiosidad popular para que se transmitan no sólo los contenidos de la fe, sino para que también se cree una verdadera escuela de formación en la que se cultive el don de la fe que se ha recibido, a fin de que los actos y las palabras reflejen la gracia de ser discípulos de Jesús.
El catequista camina desde y con Cristo, no es una persona que parte de sus propias ideas y gustos, sino que se deja mirar por él, por esa mirada que hace arder el corazón. Cuanto más toma Jesús el centro de nuestra vida, tanto más nos hace salir de nosotros mismos, nos descentra y nos hace ser próximos a los otros. Ese dinamismo del amor es como el movimiento del corazón: «sístole y diástole»; se concentra para encontrarse con el Señor e inmediatamente se abre, saliendo de sí por amor, para dar testimonio de Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús. El ejemplo nos lo da él mismo: se retiraba para rezar al Padre e inmediatamente salía al encuentro de los hambrientos y sedientos de Dios, para sanarlos y salvarlos. De aquí nace la importancia de la catequesis «mistagógica» que es el encuentro constante con la Palabra y con los sacramentos y no algo meramente ocasional previo a la celebración de los sacramentos de iniciación cristiana. La vida cristiana es un proceso de crecimiento y de integración de todas las dimensiones de la persona en un camino comunitario de escucha y de respuesta (cf. Evangelii Gaudium, 166).
El catequista es además creativo; busca diferentes medios y formas para anunciar a Cristo. Es bello creer en Jesús, porque él es «el camino, y la verdad y la vida» (Jn 14, 6) que colma nuestra existencia de gozo y de alegría. Esta búsqueda de dar a conocer a Jesús como suma belleza nos lleva a encontrar nuevos signos y formas para la transmisión de la fe. Los medios pueden ser diferentes pero lo importante es tener presente el estilo de Jesús, que se adaptaba a las personas que tenía ante él para hacerles cercano el amor de Dios. Hay que saber «cambiar», adaptarse, para hacer el mensaje más cercano, aun cuando es siempre el mismo, porque Dios no cambia sino que renueva todas las cosas en él. En la búsqueda creativa de dar a conocer a Jesús no debemos sentir miedo porque él nos precede en esa tarea. Él ya está en el hombre de hoy, y allí nos espera.
Queridos catequistas, les doy las gracias por lo que hacen, pero sobre todo porque caminan con el Pueblo de Dios. Los animo a que sean alegres mensajeros, custodios del bien y la belleza que resplandecen en la vida fiel del discípulo misionero.
Que Jesús los bendiga y la Virgen santa, verdadera «educadora de la fe», los cuide.
Y, por favor, no se olviden de rezar por mí.
Francisco. +
12 de julio de 2017 a las 08:18
Cortesía de http://www.periodistadigital.com 



sábado, 8 de julio de 2017

¡LA SABIDURIA DE LOS SENCILLOS!


Comentario domingo XIV  del Tiempo ordinario A

“Padre, te doy Gracias porque le has escondido nuestros secretos a los sabios y entendidos y se los has revelado a la gente sencilla” (Mt.11, 25) 

Al Padre le ha parecido bien llenar de su Sabiduría a los pobres, humildes y sencillos y así pudieran conocer las maravillas secretas de su REINO. Aleluya. Ellos se llenan de gozo al oír sus enseñanzas; sin embargo, los sabios y entendidos de este mundo (los intelectuales, sacerdotes, escribas y doctores de la ley) acudían a Él, no para escucharle y obedecer su Palabra sino para “espiarle”, tenderle una trampa y ver de que podían acusarle para eliminarle. Lo que a los humildes le llenaba de gozo, a ellos los llenaba de rabia y de odio. A los que son como ellos, no se les revelará los secretos del Reino de los cielos pues no están dispuestos a recibirlos. 

¡Cuidado con creernos sabios y entendidos y despreciemos a los sencillos considerándolos como unos “ignorantes” (pata en el suelo como algunos los categorizan)! El Profeta Zacarías (1ra. Lectura) envía un mensaje de parte de Dios al Pueblo humilde de Jerusalén: Alégrense, ya que su Rey, justo y victorioso, les llega humilde montado sobre un “burrito”. El hará desaparecer los “carros de guerra”, los caballos de combate; romperá el arco del guerrero y anunciará la Paz a las Naciones. 

El Apóstol Pablo en su carta a los Romanos (2da. Lectura) nos exhorta a vivir conforme a las inspiraciones del ESPIRITU SANTO y no conformes al “desorden egoísta” de esta mundo, que nos perturba y nos lleva a la autodestrucción. El Espíritu nos conduce a la Vida Eterna. ¡Venga a mí los que están cansados y agobiados que yo los aliviaré! “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón y hallarán su descanso”. Jesús se manifestó compasivo y Misericordioso con los pobres pero muy exigente en contra de aquellos que se aprovechan de su inocencia para humillarlos y explotarlos. 
¡Dichosos los humildes porque ellos verán a Dios y heredarán su Reino Eterno! Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo


sábado, 1 de julio de 2017

¡LA SEÑAL DE LA CRUZ!


Comentario domingo XIII  del Tiempo ordinario A

Hemos crucificado nuestra vieja naturaleza en la cruz de Cristo para no se-guir siendo esclavos del pecado y podamos ser LIBRES y así vivir la Nueva Vida del Resucitado” (Rom.6, 3-11). “Si morimos en Cristo con una muerte seme-jante a la suya; también nos uniremos a El con una Resurrección como la su-ya. Aleluya”.

“El que no toma su cruz y me sigue, no puede ser discípulo mío”. La “CRUZ DE CRISTO” es un “yugo suave y una carga ligera” si la cargamos con El. Ella trae-rá sus consecuencias pero también su recompensa. La Cruz Cristiana no hay que buscarla; ella vendrá a nosotros a través de nuestro compromiso por la causa de Jesús.

Cuando servimos a los demás debemos morir a nuestro egoísmo e interés mezquino, a nuestra comodidad para que el otro viva y sea feliz. ¡Dichosos ustedes cuando son perseguidos y rechazados por mi causa! Ese “sacrificio” que uno hace por el bien de los demás adquiere un sentido “redentor”; es muy distinto al “sufrimiento masoquista” de sentir “placer en el dolor” o el de una enfermedad o tragedia. Jesús vino a este mundo a liberarnos y sanar-nos de esos sufrimientos porque El quiere que sus hijos sean felices.

La Cruz de Jesús es señal de VICTORIA ya que es consecuencia de su entrega y amor por nosotros. Es por eso que no debemos avergonzarnos por llevarla en el pecho pero sobre todo en nuestros corazones como lo hicieron San Pedro y San Pablo, cuya fiesta celebrábamos en estos días. Ellos supieron asumir con valentía la ignominia de la cruz por la causa del Reino del Padre; a uno lo decapitaron y al otro lo clavaron en una cruz “de cabeza” pues no se sentía digno de ser crucificado como su Señor.

¡Al pecho llevo una cruz y en mi corazón lo que dice Jesús! Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo