Acabo de regresar del primer encuentro con nuestro nuevo “administrador apostólico” de la
Arquidiócesis de Caracas. Se trata de un “Caraqueño
de pura cepa”; quien estudió en el Seminario Santa Rosa de Lima y después
de nombrado Obispo auxiliar de Caracas, fiel colaborador del Arzobispo José Ali
Lebrun; fue nombrado Obispo de Mérida por muchos años. Después de haber sido
nombrado “cardenal” por nuestro
hermano FRANCISCO; éste le pidió que
se encargara de la Arquidiócesis.
Nuestro HERMANO
BALTAZAR nos manifestó que es “amigo
cercano” del papa Francisco y que comparte sus inquietudes por las reformas
llevadas a cabo por él de promover una IGLESIA
POST CONCILIAR, activa, misionera, participativa y protagónica, cristo
céntrica y Misionera; Iglesia en salida, fuera de las sacristías, en las calles
e injertada en la sociedad donde vivimos; donde la CARIDAD se convierta en
promoción humana y no solo en limosnas; donde se forme en “valores” y se rompan
los muros que hasta ahora nos han separado; sin venganzas ni odios; sin
enfrentamientos para ser Pastor de todos.
Inspirado por los consejos de su padre y por el testimonio de
los papas PABLO VI Y FRANCISCO nos dijo usando una frase de San Agustín: “Para ustedes soy Obispo, entre ustedes soy
un Cristiano”, un Hermano. Eso me impactó; Dios quiera que mis hermanos
Ministros sacerdotes lo comprendieran y lo trataran como “hermano” y dejáramos de una vez esos “títulos honoríficos” de la iglesia “pre conciliar romana” como
son: “Ilustrísima excelencia, eminencia, reverencia, monseñores y otras
“dignidades” que nos alejan de ellos y no permite que los tratemos como ellos
quieren que los llamemos: HERMANOS.
Yo creo que así nos sentiremos con más CONFIANZA
y al mismo tiempo con más RESPETO Y CONSIDERACIÓN sabiendo que son seres
humanos como nosotros que necesitan de nuestra colaboración sincera y amiga;
sin miedo de ningún tipo para que no se sientan solos en su “trono” pues son
nuestros SERVIDORES como nosotros somos servidores de Cristo para toda la iglesia.
De esta forma lograremos que el “presbiterio”
sea una verdadera FRATERNIDAD y no
un encuentro de “funcionarios” de la Iglesia.
Inspirado por el obispo
Arias blanco, me impresionó su “visión ECUMÉNICA” (Igual A LA DE FRANCISCO); no
“individualista” sino COMUNITARIA, abierta a todos; pendiente de los
“carismas” de cada para que cada uno cumpla con la Misión que Dios le encarga
al SERVICIO de su Iglesia; “rompiendo
muros y construyendo puentes”. Lo percibí humilde y sencillo; respetuoso de
las capacidades de cada cual y abierto a nuestras sugerencias y aportes que le
ayuden a cumplir con la tarea difícil que Francisco le ha encomendado. Nos dijo
también que deberíamos ser más “positivos” ya que la siembra que habíamos
realizado durante todos estos años había dado fruto. Nos ponía el ejemplo de
los venezolanos que habían emigrado a Chile y los obispos le dijeron que estos
habían colaborado a reanimar la pastoral en las distintas parroquias. No
debemos ser “profetas de la calamidad” pues había lugares en peores condiciones
que las nuestras; al menos tenemos todavía una arepita para desayunar cuando
hay tantos seres humanos que mueren de hambre fuera de Venezuela. Nos invitó a
no “claudicar” ni abandonar el rebaño (ni huir) en estas condiciones difíciles en
la cual vivimos.
A nivel Pastoral nos recomendó atender las “prioridades”; buscar la RECONCILIACIÓN; ELIMINAR LOS “PREJUICIOS” que nos separan con MISERICORDIA pero diciendo siempre la VERDAD (sin hipocresías) con AMOR.
“Hay que reformar la CATEQUESIS”; no
podemos seguir dando la catequesis como hace 50 años, ni la teología de antes;
articular los carismas de cada cual; aceptar a TODOS sin excluir a nadie. Dios
quiera que los encargados de nuestro Seminario comprendan la necesidad de que
los futuros pastores (presbíteros) de nuestra iglesia) sean formados en estos
parámetros POST CONCILIARES (de Medellín y Puebla) y sigan la línea de la
“IGLESIA LATINOAMERICANA”.
Otra cosa que me agradó oírle decir es que nosotros debemos
servir, no en lo que nos “guste” sino donde nos necesiten. No necesitamos “dinero” sino CRISTIANOS COMPROMETIDOS que nosotros debemos formar y darle
participación al LAICO en la porción de la Iglesia que nos ha tocado SERVIR,
junto con ellos, al Pueblo de Dios. Injertémonos en medio de la gente como
TESTIGOS del Reino ejerciendo nuestro Servicio de una forma más humilde y
sencilla. Evangelicemos la religiosidad del Pueblo con una pastoral de
conjunto.
La Verdad es que Baltazar me dio muy buena impresión y a
pesar de tener algunas apreciaciones distintas a la de él en el campo
“político”; sin embargo, en el campo PASTORAL coincido plenamente con él ya que
llevo muchos años, para la GLORIA DE DIOS, trabajando por una IGLESIA POST
CONCILIAR, PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA donde se le respete a los LAICOS su
Misión de compromiso y sentido de pertenencia en la IGLESIA, ya que ellos son
el “PUEBLO AMADO DE DIOS, NACIÓN CONSAGRADA Y SACERDOTES AL SERVICIO DEL REY (1 Pd. 2,9-10). Necesitamos promover
entre nosotros un DIALOGO SINCERO, sin miedos ni complejos pues
no tenemos que pensar exactamente igual pero si “decir lo que pensamos sin hipocresías” (sin doble cara); tener la
confianza de que todos podemos equivocarnos y rectificar; como el mismo
Baltazar nos decía cuando nos hablaba de la experiencia del desierto, que
aunque dura, no podemos volver la vista atrás sino seguir adelante buscando la
“TIERRA PROMETIDA”.
Bienvenido HERMANO
BALTAZAR a nuestra “Tribu Caraqueña”
que siempre ha sido la tuya; a trabajar junto contigo en la renovación de
nuestra IGLESIA PARTICULAR unidos al ministerio que el SEÑOR le ha encomendado
a nuestro HERMANO FRANCISCO y oremos por aquellos que no lo han entendido aun ;
lo rechazan y lo persiguen.
Pbro. Pablo Urquiaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario