Comentario VII domingo del tiempo ordinario, Ciclo "A"
“Han oído ustedes que se les dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”; pero yo les digo: “amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y oren por los que les persiguen y calumnian”. Sean perfectos como mi PADRE.
He aquí la máxima “actitud Cristiana”. Vencer al mal con el bien, no pagar con la misma moneda; nada de ojo por ojo ni diente por diente. Digámosle NO a la venganza y derribemos las barreras (muros) que han levantado el odio, la exclusión y la violencia. Imitemos el ejemplo de Mahatma GANDHI y de Martin Luther King, que lucharon en contra de las injusticias sociales con la fuerza de la Verdad y el Espíritu de la NO VIOLENCIA ACTIVA; ellos pudieron rechazar el mal con la fuerza del bien y del AMOR. Es su Fuerza MORAL la que derrotó a sus enemigos y como Cristo, dieron su vida por esa causa. No podemos quedarnos indiferentes ante el mal; tenemos que luchar contra el de forma “pacífica” (no pacifista); organizándonos y de forma “ACTIVA” alzar nuestra voz profética para dar testimonio de Paz y Justicia. Recordemos que la PAZ VERDADERA ES FRUTO DE LA JUSTICIA, LA VERDAD Y EL PERDÓN.
Venezuela necesita nuestro testimonio. En el libro del levítico se nos recuerda: ¡Sean Santos como Dios es Santo!; mas Jesús nos dice: ¡Sean MISERICORDIOSOS como mi PADRE es Misericordioso!; así serán verdaderamente SANTOS como EL. Nuestra PATRIA necesita en éstos momentos Misericordia más que venganza, Justicia más que impunidad, organización y participación en vez de tanta indiferencia y anarquía para combatir tanta CORRUPCIÓN. Que nos mueva el amor a la PATRIA y a los “pobres de esta tierra”; no permitamos que se les engañe y traicione; ellos son el Templo de Dios, los tesoros más apreciables de nuestra iglesia. Basta ya de “quejaderas inútiles” y salgamos de nuestras apatías e indiferencias y así haremos que “nuestros enemigos se conviertan en amigos y aliados” con la fuerza del AMOR que lo puede todo. Amen
Pbro. Pablo Urquiaga.
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