sábado, 6 de agosto de 2016

“A quien mucho se le da, mucho se le exigirá”


Comentario domingo XIX del tiempo ordinario ciclo "c"

“Cada cual recibirá según su necesidad y dará según su capacidad”. Así nuestro PADRE DIOS iguala equitativamente las diferencias de los seres humanos que EL creó. Cada cual ha recibido un “don” del Espíritu Santo para producir bienes al servicio de los demás según sus capacidades.

Nadie es mejor ni peor que nadie; tampoco recibe los dones por mérito propio; los dones son un “regalo de Dios” que nadie merece. Hay diferentes dones pero uno solo es el ESPIRITU que los distribuye según la capacidad de cada cual para que cumplamos con ellos la Misión que el PADRE DIOS nos encomienda. 

Debemos estar siempre “VIGILANTES” para cuidar esos dones y hacerlos producir continuamente y así no permitir que el enemigo nos los arrebate o los desvíe del propósito de nuestro Dios. Ahí tenemos el ejemplo de nuestro “padre en la Fe, Abraham” que fue siempre dócil y obediente a la voluntad de Dios aunque a veces no la entendamos al momento pero Él tiene su propósito para con nosotros.

Somos “administradores” de esos dones del Señor y no “dueños”; por lo tanto, no podemos hacer con ellos lo que nos dé la gana. Si los descuidamos o lo “mal usamos”, los perderemos y arruinaremos nuestro propósito de Vida. Los dones crecen al compartirlo, poniéndolos al servicio de los demás; no son para el servicio de nosotros mismos. Somos responsables de esos dones; al final de nuestra vida se nos pedirá cuentas de lo que hemos hecho con ellos. Amén. 
Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo



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