domingo, 25 de septiembre de 2016

Papa Francisco en el Jubileo de los Catequistas: "Somos portadores de alegría"


(RV).- El Jubileo de los Catequistas tuvo su broche final con la misa celebrada por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el último domingo de septiembre, después de tres días de actividades y encuentros en la capital italiana. Francisco reflexionó en su homilía sobre la importancia de anunciar “lo esencial de la fe” que es “que Jesús está vivo y está a nuestro lado”, y de cómo se debe llevar a cabo esta proclamación: “A Dios-Amor se le anuncia amando (…) No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco haciendo sólo bonitos sermones”.

Profundizando en el Evangelio del día y en la parábola del hombre rico que ignora a Lázaro -un pobre que «estaba echado a su puerta» (Lc 16,20)- el Papa Francisco explicó que en realidad el rico tiene una enfermedad muy grave que es la ceguera porque “no es capaz de ver más allá de su mundo, no le importa lo que sucede fuera”. Es un contraste entre una vida de opulencia con continuas necesidades y derechos, y la pobreza de Lázaro que se manifiesta con gran dignidad. “Es una valiosa lección: como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria; ni tampoco podemos estar tristes y disgustados”.

Y en este sentido el Obispo de Roma recordó que “no somos profetas de desgracias”, sino “portadores de alegría”. “El Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que vemos, estamos llamados a inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y ayudar, sin delegar siempre en otros o decir: «Te ayudaré mañana». El tiempo para ayudar es tiempo regalado a Jesús, es amor que permanece: es nuestro tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí en la tierra”.

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Plaza de San Pedro
Domingo 25 de septiembre de 2016

El Apóstol Pablo, en la segunda lectura, dirige a Timoteo, y también a nosotros, algunas recomendaciones muy importantes para él. Entre otras, pide que se guarde «el mandamiento sin mancha ni reproche» (1 Tm 6,14). Habla sencillamente de un mandamiento. Parece que quiere que tengamos nuestros ojos fijos en lo que es esencial para la fe. San Pablo, en efecto, no recomienda una gran cantidad de puntos y aspectos, sino que subraya el centro de la fe. Este centro, alrededor del cual gira todo, este corazón que late y da vida a todo es el anuncio pascual, el primer anuncio: el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días. Nunca debemos olvidarlo. En este Jubileo de los catequistas, se nos pide que no dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado. No hay un contenido más importante, nada es más sólido y actual. Cada aspecto de la fe es hermoso si permanece unido a este centro, si está permeado por el anuncio pascual. En cambio, si se le aísla, pierde sentido y fuerza. Estamos llamados a vivir y a anunciar la novedad del amor del Señor: «Jesús te ama de verdad, tal y como eres. Déjale entrar: a pesar de las decepciones y heridas de la vida, dale la posibilidad de amarte. No te defraudará».

El mandamiento del que habla san Pablo nos lleva a pensar también en el mandamiento nuevo de Jesús: «Que os améis unos a otros como yo os he amado» (Jn 15,12). A Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino. El Señor no es una idea, sino una persona viva: su mensaje llega a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde. No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo sólo bonitos sermones. Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio.

El Evangelio de este domingo nos ayuda a entender qué significa amar, sobre todo a evitar algunos peligros. En la parábola se habla de un hombre rico que no se fija en Lázaro, un pobre que «estaba echado a su puerta» (Lc 16,20). El rico, en verdad, no hace daño a nadie, no se dice que sea malo. Sin embargo, tiene una enfermedad peor que la de Lázaro, que estaba «cubierto de llagas» (ibíd.): este rico sufre una fuerte ceguera, porque no es capaz de ver más allá de su mundo, hecho de banquetes y ricos vestidos. No ve más allá de la puerta de su casa, donde yace Lázaro, porque no le importa lo que sucede fuera. No ve con los ojos porque no siente con el corazón. En su corazón ha entrado la mundanidad que adormece el alma. La mundanidad es como un «agujero negro» que engulle el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo en el propio yo. Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás, porque se vuelve indiferente a todo. Quien sufre esta grave ceguera adopta con frecuencia un comportamiento «estrábico»: mira con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor.

Pero el Señor mira a los que el mundo abandona y descarta. Lázaro es el único personaje de las parábolas de Jesús al que se le llama por su nombre. Su nombre significa «Dios ayuda». Dios no lo olvida, lo acogerá en el banquete de su Reino, junto con Abraham, en una profunda comunión de afectos. El hombre rico, en cambio, no tiene siquiera un nombre en la parábola; su vida cae en el olvido, porque el que vive para sí no construye la historia. Y un cristiano debe construir la historia. Debe salir de sí mismo para construir la historia. Quien vive para sí no construye la historia. La insensibilidad de hoy abre abismos infranqueables para siempre. Y nosotros hemos caído, en este mundo, en este momento, en la enfermedad de la indiferencia, del egoísmo, de la mundanidad.

En la parábola vemos otro aspecto, un contraste. La vida de este hombre sin nombre se describe como opulenta y presuntuosa: es una continua reivindicación de necesidades y derechos. Incluso después de la muerte insiste para que lo ayuden y pretende su interés. La pobreza de Lázaro, sin embargo, se manifiesta con gran dignidad: de su boca no salen lamentos, protestas o palabras despectivas. Es una valiosa lección: como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria; ni tampoco podemos estar tristes y disgustados. No somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad. El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene familiaridad con la Palabra de Dios.

El que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades. El Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que vemos, estamos llamados a inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y ayudar, sin delegar siempre en otros o decir: «Te ayudaré mañana, hoy no tengo tiempo, te ayudaré mañana». Y esto es un pecado. El tiempo para ayudar es tiempo regalado a Jesús, es amor que permanece: es nuestro tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí en la tierra.

En conclusión, queridos catequistas y queridos hermanos y hermanas, que el Señor nos conceda la gracia de vernos renovados cada día por la alegría del primer anuncio: Jesús ha muerto y resucitado, Jesús nos ama personalmente. Que nos dé la fuerza para vivir y anunciar el mandamiento del amor, superando la ceguera de la apariencia y las tristezas del mundo. Que nos vuelva sensibles a los pobres, que no son un apéndice del Evangelio, sino una página central, siempre abierta a todos.

Foto: Francisco en el Jubileo de los catequistas – REUTERS

Cortesía de http://es.radiovaticana.va/

sábado, 24 de septiembre de 2016

¡Se acabará la orgía de los corruptos!


Comentario domingo XXVI del tiempo ordinario ciclo "c".

Sí, se acabará la injusticia, la opulencia y la corrupción de los poderosos y explotadores. El Señor extenderá su brazo y los bajará de sus tronos, se acabarán sus escandalosos banquetes y “bochinches” porque fueron “insensibles” a las desgracias de sus hermanos. Dios trastornará los planes de los inicuos y pasarán hambre los que ahora se “hartan”; miseria y desolación. La sentencia será definitiva, el Señor hará JUSTICIA al pobre y desamparado que clama; El no olvidará esas acciones.
 La parábola del evangelio de hoy, más que una condena, es una ADVERTENCIA para aquellos que siguen “indiferentes” ante las miserias de los pobres; es un alerta para que reaccionen y escuchen la voz de los Profetas de ayer y de hoy, los cuales abogan por los “Lázaros” de hoy y les advierten el futuro espantoso que les aguarda sino cambian de actitud y siguen insensibles ante la miseria que les rodea. “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta para que tenga acceso a la vida Eterna”; es decir, que dejen de explotar y se pongan a servir con sus riquezas al más necesitado que les rodea y así se libren de la condena eterna. Después ya no habrá oportunidad.
 La Pobreza Evangélica no es “miseria” ni carencia de bienes materiales; es desprendimiento, desapego, humildad, sencillez; una actitud del Alma que busca los bienes eternos y no los superfluos. Los “pobres en el Espíritu” serán BIENAVENTURADOS. La miseria material, la ignorancia, la incultura son “antivalores” que debemos combatir con la CARIDAD, que no es limosna sino JUSTICIA Y PROMOCIÓN SOCIAL. En el Reino los pobres como Lázaro serán saciados. Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo

martes, 20 de septiembre de 2016

PAPA: “El mundo está cansado de mentirosos, de sacerdotes a la moda, de defensores de cruzadas”


Palabras del papa Francisco a obispos recién nombrados
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
19 SEPTIEMBRE, 2016
“No se trata de atraer a sí mismos. El mundo está cansado de encantadores mentirosos, de sacerdotes y obispos a la moda. La gente “huele” y se aleja cuando reconoce los narcisistas, manipuladores, defensores de sus causas, los subastadores de cruzadas vanas”, dijo el papa Francisco a los nuevos obispos este 16 de septiembre en la Sala Clementina del Vaticano.
“Traten de satisfacer a Dios, que Él ya se presenta incluso antes de que ustedes lleguen”, insistió el Pontífice al recibir en audiencia a los participantes del curso anual de formación para nuevos obispos organizado conjuntamente por la Congregación para los Obispos y por la Congregación para las Iglesias Orientales.
De igual manera, invitó a los obispos a ser capaces de encantar y atraer a Jesús con una misión marcada por la misericordia, “la única fuerza capaz de seducir y atraer y retener el corazón humano”.
“Incluso en la última hora el ladrón se dejó llevar por el Aquel en el que “se encuentra sólo el bien” (cf. Lc 23,41)”. En detalle, el ladrón, al ver a Jesús en la Cruz saliendo de sí mismo, se dejó conmover por ese “amor que no había conocido antes y sin embargo fluía ¡libre y abundantemente!”.
“Un Dios lejano e indiferente se puede pasar por alto, pero no se resiste fácilmente a un Dios tan cercano y por otra parte herido por amor”, dijo.
“La bondad, la belleza, la verdad, el amor, el bien: esto es lo que podemos ofrecer a este mundo mendigo, aunque sea en cuencos medio rotos”, continuó.
Y advirtió que no se trata de atraer a los fieles a sí mismos, de manera ególatra, y que “el mundo está cansado de los mentirosos que encantan”.
Sólo quien se hace pequeño ante el Señor, puede experimentar la grandeza de su misericordia“, se lee en la cuenta de @Pontifex en Twitter.

Cortesía de http://es.aleteia.org/

Comunidades Eclesiales de Base, cincuenta años de presencia entre los predilectos de Dios


Una Iglesia en salida, al lado de los que no cuentan, de iguales, por la casa común

"Nos comprometemos a seguir caminando en la construcción de una Iglesia inculturada"

Redacción, 18 de septiembre de 2016 a las 22:10

"En este camino nos acompañan la memoria y testimonio de hombres y mujeres comprometidos hasta el martirio con el Reino, expresado en experiencias esparcidas por todo el continente que nos nutren y desafían"

(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- La Iglesia de base ha retomado el aliento en los últimos tiempos, se percibe quehay más ganas de seguir apostando por una forma de ser Iglesia más comprometida, más pobre y para los pobres.
El X Encuentro Continental de las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base), que ha tenido lugar en Luque, Paraguay del 13 al 17 de septiembre en Luque, Paraguay, con el lema "Las CEBs caminando y el Reino Proclamando", ha sido una prueba de que esa Iglesia que apuesta por hacer realidad el Reino goza de buena salud.
El Encuentro ha sido momento para hacer una lectura de la realidad social y eclesial de los últimos cincuenta años, un tiempo de "destrozos y solidaridades" que diría Mario Benedetti, tiempo de mucha sangre derramada y muchas vidas entregadas para hacer realidad el proyecto de Jesús de Nazaret. A partir de ahí el evento ha servido para entrar en ese proceso de re-significación que quieren alcanzar las CEBs latinoamericanas y caribeñas.
Como recoge el mensaje final, se ha insistido en asumir una serie de elementos que siempre han estado presentes en la vida de las comunidades eclesiales de base. Estaratentos a la realidad en que la comunidad vive, con los pies en el suelo, de igual para igual, han sido ideas muy abordadas por los participantes.
Al mismo tiempo se ha destacado la importancia de la liturgia, no sólo en el encuentro como en la vida del día a día de las comunidades. Las CEBs fomentan que en las celebraciones se hagan presentes los símbolos cotidianos, en una forma de realizar la liturgia en la que todos son protagonistas.
Los delegados presentes han asumido una serie de compromisos que después van a ser concretados en cada local. En ellos se ponen de manifiesto algunas de las características que siempre han estado presentes en las comunidades eclesiales de base y que quieren que continúen formando parte.
Algunas de ellas hoy han sido asumidas por la Iglesia universal después del pontificado de Francisco, quien encuentra en las CEBs sentimientos de admiración, pues ha supuesto la confirmación de una forma de ser Iglesia perseguida durante muchos años.
Una Iglesia en salida, al lado de los que no cuentan, que se compromete para que los que son puestos al margen del camino puedan volver a tener voz, una Iglesia que se preocupa con el cuidado de la Casa Común, de iguales, que hace opción por llegar a las periferias...
A lo largo del encuentro fueron presentadas muchas experiencias que ponen de manifiesto que eso es una realidad presente en todos los rincones del continente latinoamericano, que seguir a Jesús de Nazaret y su proyecto del Reino en una Iglesia que tiene como base una espiritualidad liberadora es posible.
La fuerza del Espíritu, que se hizo presente en la celebración de clausura de una forma clara, va a acompañar a quienes han participado de este X Encuentro Continental de la CEBs. Es con su fuerza que van a hacer realidad aquello que Dios espera de quien ha hecho opción por los predilectos del Padre.
MENSAJE DEL X ENCUENTRO CONTINENTAL DE CEBs
Convocados por el deseo de hacer memoria histórica de 50 años de camino y abrir con esperanza nuevos horizontes, reunidos en la Casa de Retiro Tuparekavo, de la ciudad de Luque, Paraguay, bajo el manto de la Virgen de Caacupé, más de 200 delegados y delegadas de 16 países hemos participado del 13 al 17 de septiembre de 2016 del X Encuentro Continental de CEBs, con el lema "Las CEBs caminando y el Reino Proclamando".
La Alegría del Evangelio se hizo presente desde la llegada, en la acogida del pueblo paraguayo, que rápidamente abren el corazón y hacen sentirse en familia, en ñande, en espíritu de encuentro para con los otros.
El VER nos ha situado frente a cincuenta años de "destrozos y solidaridades", en un tiempo de resistencia como actitud, de conciencia crítica, nos ha llevado a re-significar las esperanzas, profecía y articulación, desde las características, Iglesia ministerial, misionera y martirial, y los obstáculos, tensión, persecución y violencia del sistema.
Como CEBs latinoamericanas y caribeñas reafirmamos nuestro compromiso comunitario de fe desde la realidad concreta, la voluntad de asumir el caminar horizontal con los pobres, la Palabra como acontecimiento que nos ayuda a leer e interpretar el hoy, a aprender como pueblo y a re-significar nuestra "caminhada" como martirio y resurrección, reconociendo que Jesús liberador es la manera en que entendemos la fe desde nuestra realidad y contexto latinoamericano.
En este camino nos acompañan la memoria y testimonio de hombres y mujeres comprometidos hasta el martirio con el Reino, expresado en experiencias esparcidas por todo el continente que nos nutren y desafían, realidad que también constatamos en la historia y vida de las comunidades locales que visitamos.
Afirmamos que en el nuevo modo de ser y hacer la Iglesia la liturgia acompaña la vida. Los símbolos tan cotidianos como son el camino, la casa, la mesa y el pan se han hecho presentes en las celebraciones de cada día, recordándonos a cada momento que somos Iglesia misionera, con vocación de servicio y de compartir el pan, que se reúne en las casas, dando lugar a todos y todas, especialmente a las mujeres, los niños y los pobres.
Nos comprometemos a seguir caminando en la construcción de una Iglesia inculturada en clave de decolonización, en salida, con opción preferencial por los empobrecidos, los jóvenes, las mujeres, los migrantes, los indígenas y los afro-descendientes, políticamente comprometida, ecológica y interpelada por el cuidado de la Casa Común y la busca del Buen Vivir y Buen Convivir (Sumak Kawsay), ministerial, bautismal, ecuménica, no patriarcal, que promueve la formación a partir de la Palabra y la realidad y que tiene como base una espiritualidad liberadora, enraizada en la persona y la práctica histórica de Jesús de Nazaret y su proyecto del Reino, siendo iluminada por la Teología de la Liberación. El Espíritu que hace nuevas todas las cosas nos envía a re-significar y re-encantar la vida de las comunidades en el contexto actual, atentos a responder a los signos de los tiempos.


 

Cortesía de http://www.periodistadigital.com/

sábado, 17 de septiembre de 2016

El Papa, con enfermos terminales y bebés ...y el hombre de blanco se vistió de verde



"Yo a este hombre me lo creo. Como me creo al Galileo"

Jesús Bastante, 17 de septiembre de 2016 a las 09:05

"Y fue el modo más cristiano, más de Jesús, de defender la vida, desde su inicio a su final, de acariciar al que sufre, a los que pelean casi sin esperanza, sin tener que recurrir a exabruptos ni a condenas a la hoguera"

(Jesús Bastante).- Y entonces, el hombre de blanco se visitó de verde, y fue a visitar a bebés que luchan por su vida en incubadoras, y a enfermos terminales que esperan a que ésta se apague.
El Papa visitó ayer tarde la unidad deurgencias y neonatología de un hospital romano, se colocó la bata, los guantes y la máscara protectora y abrazó y besó a los pequeños más vulnerables, y a unos padres que rompieron a llorar, en una mezcla de cansancio, alegría y esperanza.
Francisco se presentó sin atributos, sin avisar, para que nadie le hiciera una fiesta ni colocara micrófonos ni preparase placas que inaugurar. El Papa venía a hacer realidad visible la misericordia de Dios ante los más débiles.
Por eso después acudió a visitar a 30 enfermos terminales, que ven cómo su vida se va agotando lentamente, sin esperanza de curación. Y los acarició, los besó, escuchó sus lamentos y sus sueños jamás cumplidos. Y lloró con ellos y los bendijo.
Y fue el modo más cristiano, más de Jesús, de defender la vida, desde su inicio a su final, de acariciar al que sufre, a los que pelean casi sin esperanza, sin tener que recurrir a exabruptos ni a condenas a la hoguera. Más allá de papolatrías: yo a este hombre me lo creo. Como me creo al Galileo.
Cortesía de http://www.periodistadigital.com/

¡EL ADMINISTRADOR CORRUPTO!


Comentario domingo XXV del tiempo ordinario ciclo "c".

Jesús, en el evangelio de hoy, toma el ejemplo de un “administrador corrupto” para enseñarles a sus discípulos como actúan los “hijos de las tinieblas”, que son más astutos en sus negocios sucios que los “hijos de la Luz”.
El corrupto administrador, al verse descubierto; en vez de arrepentirse y pedir perdón; se pervierte aún más en su maldad y usa su sagacidad para seguir corrompiéndose y a su vez corrompiendo a los demás.
Podemos sacar tres lecciones de su perversa conducta:
La creatividad: El administrador inventó una nueva forma de seguir utilizando a su amo sirviéndose de la confianza que le había dado.
La astucia: Para corromper a los deudores de su amo.
La prevención: Para ganar la amistad de los beneficiados y asegurar su futuro al quedar desempleado.
Los hijos de la luz tenemos que aprender a ser astutos, creativos y preventivos en los asuntos del Reino; usando la verdad, la Justicia, la equidad y hasta el mismo dinero para ganar amigos que los reciban en el cielo cuando de corazón los hemos servido, promovidos y liberado de todas sus carencias y males; agradeciendo la confianza que nuestro Dios ha depositado en nosotros como administradores de sus bienes, haciendo lo contrario del administrador corrupto y usando con respeto y eficacia los dones que del El hemos recibido.
En estos tiempos de tanta corrupción y bachaqueo; seamos testigos sinceros y honestos en el servicio a los demás, sobre todo a los más necesitados. Amen
Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo




viernes, 16 de septiembre de 2016

Cómo re-significar las CEBs en la actual realidad latinoamericana


"Todos los bautizados son consagrados para la misión de Jesús, los laicos no son menos que los sacerdotes"


Schickendantz insistió en la necesidad de percibir la voz de Dios en la realidad

Luis Miguel Modino, 12 de septiembre de 2016 a las 20:16

Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- Construir la Iglesia a partir de la realidad en que ésta vive, siguiendo un método inductivo, ha sido un desafío en los últimos cincuenta años a partir de las reflexiones nacidas del Vaticano II y recogidas en los documentos conciliares. Esta actitud cobró especial relevancia en el continente latinoamericano, donde a partir de laConferencia de Medellín se tradujeron a la realidad local todo lo que había sido trabajado en el Concilio.
Las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) en América Latina, nacidas en torno al Vaticano II, han sido desde su inicio una expresión concreta de esa nueva forma de ser Iglesia nacida del Concilio. Después de 50 años, las CEBs latinoamericanas ven la necesidad de entrar en una dinámica de re-significación, que las lleve a encontrar los puntos nucleares que permitan planificar el futuro de la caminada.
Para entrar en esa reflexión se han reunido de 9 a 11 de septiembre, en la ciudad de Areguá, Paraguay, un grupo de asesores y articuladores de CEBs, procedentes de 14 países, teniendo como propósito llegar a encontrar pistas para una re-significación de las comunidades eclesiales de base en Latino América que permita encontrar el camino que conduzca a las CEBs a estar presentes en las bases. Este ha sido un momento previo alX Encuentro Continental de CEBs que se va a celebrar en la vecina ciudad de Luque, de 13 a 17 de septiembre.
El análisis de la realidad ha sido el punto de partida de las discusiones. Ahí eran constatados una serie de elementos que en diferentes niveles están presentes en la vida de las CEBs latinoamericanas, como es la Lectura Popular de la Biblia, la formación, la unión entre fe y vida, el cuidado de la Casa Común, el ser una Iglesia en salida, la lucha por la transformación social, la tensión entre clero y laicos.
Después de constatar algunos de los elementos que hoy están presentes en la vida de las CEBs del Continente han ido apareciendo los puntos centrales para llevar a cabo el proceso de re-significación. Esta dinámica debe partir de la centralidad de Jesús de Nazaret y su seguimiento, así como de la Palabra de Dios y debe conducir a asumir una serie de actitudes como son el respeto a las diferencias, el camino común con los movimientos sociales que lleve a un mayor compromiso socio-político, el ser una Iglesia ministerial, testimoniar el Amor de Dios a partir de los excluidos, sin olvidar la necesidad de que las CEBs se hagan presentes entre los jóvenes.
Cabe destacar una idea que aportaba el teólogo brasileño José Marins, quien resaltaba la necesidad de partir de la idea de que todos los bautizados son consagrados para la misión de Jesús, haciendo ver que los laicos no son menos que los sacerdotes. Por eso, Marins sostiene que la referencia siempre debe ser el pueblo, al que se debe escuchar tal y como habla.
El sociólogo Pedro Ribeiro de Oliveira resaltaba como una característica de las CEBs la dimensión religiosa de sus luchas sociales, superando la defensa de sus propios intereses. A partir de ahí insistía en la urgencia de una espiritualidad política que construya el Reino, aspecto que, en su opinión, en otros tiempos estuvo más presente en la vida de las Comunidades Eclesiales de Base.
Teniendo en cuenta la realidad en la que se mueven las CEBs latinoamericanas y como objetivo final encontrar caminos para su re-significción, el teólogo argentino Carlos Schickendantz ha ayudado a reflexionar sobre los pasos que deben ser dados en este sentido. En su análisis partía de las ideas sugeridas por el Vaticano II, donde se dio un salto de calidad que tuvo como consecuencia un nuevo modo de proceder a partir del discernimiento colegiado de los signos de los tiempos bajo la autoridad de la Palabra de Dios.
Desde las ideas conciliares, Schickendantz insistía en la necesidad de percibir la voz de Dios en la realidad, pues sólo si entendemos lo que pasa, entenderemos al Dios que pasa. En su opinión, el Concilio lleva a descubrir que no podemos continuar con una doctrina intemporal que juzga y sí apostar por una fe que evoluciona a partir de la realidad, que Dios se abre a toda persona por la gracia.
El teólogo argentino ha presentado el Concilio como un momento de despedidas a situaciones históricas que aislaron a la Iglesia de la sociedad, de otras confesiones cristianas, de métodos de análisis equivocados, surgiendo nuevas prioridades eclesiales que den paso a la primacía de las Iglesias locales sobre la Iglesia universal, de la comunidad sobre los ministros, de la estructura colegial sobre la estructura monárquica, de los carismas sobre los ministerios, de la diversidad sobre la uniformidad.
A partir de las diferentes reflexiones, los asesores y articuladores continentales han constatado que es posible encontrar el rumbo a seguir en el momento actual por el que pasa Latino América. Nadie puede olvidar que, como reconocía Carlos Schickendantz, el efecto de las CEBs va mucho más allá de lo que se ve y que la realidad cultural actual no permite descubrir con claridad la relevancia de las diferentes realidades, tampoco de las Comunidades Eclesiales de Base.
Cortesía de http://www.periodistadigital.com/

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Papa Francisco: es feo cuando en la Iglesia hay pastores príncipes


En la audiencia general, el Pontífice indicó que Jesús estaba con los pobres y en medio a la gente



Jesús “era un pastor que estaba entre la gente, entre los pobres … Trabajaba todo el día con ellos. Jesús no era un príncipe.
Y que feo es para la Iglesia cuando los pastores se convierten en príncipes, lejos de la gente, lejos de los más pobres: ese no es el espíritu de Jesús”, dijo el papa Francisco en la audiencia general de este miércoles 14 de septiembre en la plaza de San Pedro ante 20.000 fieles y peregrinos.
Dejando de lado las hojas y mirando al publico, el Obispo de Roma sostuvo: “Jesús reprocha a estos pastores, y sobre estos pastores Jesús decía a la gente: ‘Sin embargo, hagan lo que ellos dicen, pero no lo que hacen’, abundó.
Antes de la audiencia, el papa Francisco saludó a los fieles dando una vuelta a la plaza de San Pedro en papamóvil; ha tomado mate con sus compatriotas argentinos, bendecido y besado a los niños y niñas que le acercaban.
En la meditación que dedicó al tema de la misericordia en ocasión del tema del jubileo, Francisco explicó que el cansancio que aguantamos, a veces, se debe a que se pone la propia fe en cosas que no son esenciales.
El Papa reflexionó sobre el pasaje bíblico de Mateo (Mt 11,28-30), en el cual el Señor llama a sí a todos los afligidos y agobiados, prometiendo que en Él encontrarán descanso y misericordia.
“En el Evangelio que hemos escuchado, Jesús se dirige a sus discípulos para extenderles una invitación y lo hace a través de tres imperativos: «Vengan a mí», «tomen mi yugo», y «aprendan de mí”.
Jesús – insiste Francisco – hace una invitación a descubrir la voluntad de Dios, entrando en comunión con él y cargando con su cruz.
“La propuesta de Jesús es un camino de conocimiento e imitación. Él no es un maestro severo que impone los pesos que él no ha llevado. Él mismo se ha hecho pequeño y humilde, su ejemplo nos enseña y es el camino a seguir”, dijo en español.
“Tenemos que pedir a Dios la gracia de tener la mirada limpia de Jesús que nos hace comprender cuánto camino debemos aún recorrer; pero al mismo tiempo nos da la alegría de saber que estamos caminando con él y no estamos solos”.
Por último, saludó a los peregrinos en idioma español, en particular a los venidos de España y Latinoamérica.
Así, los invito a pedir el don de la alegría, que es la gracia de sentirse discípulo de Jesús; de vivir junto a él con la fuerza de su consuelo y misericordia.
Al final de la audiencia se cantó el Padre Nuestro y el papa Francisco impartió su bendición apostólica.

Cortesía de http://es.aleteia.org/

sábado, 10 de septiembre de 2016

LA MISERICORDIA DEL PADRE


Comentario domingo XXIV del tiempo ordinario ciclo "c". En Venezuela celebramos la solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto. Patrona de Venezuela. 

Las parábolas que recoge Lucas en el Evangelio de hoy describen la mejor imagen de un DIOS MISERICORDIOSO que no se alegra con la muerte del pecador perdido sino que se goza cuando lo encuentra arrepentido.

Seamos misericordiosos como nuestro PADRE es Misericordioso. En la tercera parábola el padre respeta la decisión de su hijo menor aunque no la comparte ni está de acuerdo. El que respeta AMA. Recibe al hijo que regresa arrepentido sin reprocharle nada; lo recibe como a su hijo amado, lo abraza y manda hacer un banquete con el mejor cordero. Se goza con su regreso. Trata de persuadir al hijo mayor para que reciba a su hermano y se integre él también a la fiesta.

Ahí notamos tres gestos de Misericordia: La paciencia de la espera; el abrazo del recibimiento y el banquete para celebrar el retorno. Son las claves para provocar la CONVERSIÓN DEL PECADOR:

1. Tomar conciencia de su situación
2. Reflexionar sobre las causas de su decisión
3. Recordar y constatar el amor generoso de su padre
4. Tomar la decisión    de regresar a la casa de su padre,   humilde     y    arrepentido, pedir perdón sin pretender merecerlo y reconocer su error. Fijarse más en el arrepentimiento que en el merecimiento.
5. Capacidad   de   perdonar   y   de alegrarse de aquel que se había perdido.


Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo

viernes, 9 de septiembre de 2016

El Papa en Sta. Marta: Evangelizar no es hacer proselitismo ni presumir


En la homilía de este viernes, el Santo Padre recuerda que evangelizar es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis.

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- No reducir la evangelización al funcionalismo ni tampoco a un simple ‘paseo’. Es la petición realizada por el papa Francisco en la homilía de esta mañana en Santa Marta. De este modo, el Pontífice ha subrayado la importancia que debe asumir el testimonio en la vida de los cristianos, advirtiendo de la tentación de proselitismo y de convencer con la fuerza de las palabras.
El Santo Padre hace referencia a la Primera Lectura, de san Pablo a los Corintios, para preguntarse qué significa dar testimonio. De forma especial el Papa se ha detenido en el hecho de que evangelizar no significa reducirlo “a una función”.
Lamentablemente, ha advertido el Santo Padre, se ven cristianos que viven el servicio como una función. Laicos y sacerdotes que presumen de lo que hacen. Así, Francisco ha recordado que “evangelizar no es hacer proselitismo”. Es decir, “ni hacer el paseo, ni reducir el Evangelio a una función ni hacer proselitismo: esto no es evangelizar”. De este modo ha observado que Pablo dice que evangelizar es para él una necesidad “que se le impone”. Y ha añadido que un cristiano tiene la obligación, pero con esta fuerza, como una necesidad de llevar el nombre de Jesús, pero desde el propio corazón.
El Papa ha proseguido que anunciar el Evangelio no puede ser un presumir sino “una obligación”. Y el estilo debe ser “hacerse todo a todos”. El estilo es “ir y compartir la vida de los otros, acompañar; acompañar en el camino de la fe, hacer crecer en el camino de la fe”.
En esta línea, el Pontífice ha asegurado que debemos ponernos en la condición del otro: “Si él está enfermo, acercarme, no agobiarlo con argumentos”, “ser cercano, asistirlo, ayudarlo”. Se evangeliza “con esta actitud de misericordia: hacerse todo a todos. Es el testimonio que lleva la Palabra”, ha precisado.
El Papa ha hecho referencia a una pregunta que le hizo un joven en la JMJ de Cracovia, “qué decir a un amigo ateo”. A lo que Francisco respondió: “la última cosa que tienes que hacer es decir algo. Comienza por hacer y él verá lo que haces y te preguntará”.
Asimismo, el Pontífice ha explicado que evangelizar es dar este testimonio: yo vivo así porque creo en Jesucristo. Y esto, reconoce el Papa, despierta curiosidad en la gente.
Por otro lado ha querido recordar que evangelizar es algo que se hace gratuitamente, “porque nosotros hemos recibido gratuitamente el Evangelio”, “la gracia, la salvación, no se compra y tampoco se vende: es gratis. Y gratis debemos darla”.
El Santo Padre ha querido mencionar a San Pedro Claver, del que hoy se celebra la memoria. Un misionero que “se fue a anunciar el evangelio”. Quizá, ha añadido, “él pensaba que su futuro era predicar: en su futuro el Señor le pidió estar cerca, junto a los descartados de aquel tiempo, a los esclavos, los negros, que llegaban allí, desde África, para ser vendidos”.
En esta línea, ha observado que “este hombre no dio un paseo, diciendo que evangelizada”, “no ha reducido la evangelización a un funcionalismo y tampoco a un proselitismo”. Sin embargo “anunció a Jesucristo con los gestos, hablando a los esclavos, viviendo con ellos, viviendo como ellos”. Y como él en la Iglesia “hay muchos”.
Finalmente ha querido recordar que todos nosotros “tenemos la obligación de evangelizar”, viviendo la fe, hablando con mansedumbre, amor, sin querer convencer a nadie, pero gratuitamente. “Es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis”, eso es evangelizar.
Cortesía de: https://es.zenit.org


jueves, 8 de septiembre de 2016

Papa: "¿La paz? No bastan los grandes encuentros, si los corazones están en guerra"


"La paz es un don que se vuelve artesanal en las manos de los hombres"

Francisco dice que, antes de hablar de paz, hay que pacificar el corazón.


"Pedir a Dios la sabiduría de hacer la paz en lo pequeño de cada día, para brindarla al mundo, que tanto la necesita"
(RV).- Como se había anunciado, en la fiesta de la Natividad de la Virgen María, el 8 de septiembre, después de la pausa del verano romano, el Papa Francisco reanudó la celebración de la Santa Misa matutina, en la Capilla de la Casa de Santa Marta, con la participación de algunos fieles.
Mientras «estamos viviendo en guerra y todos piden la paz», el Santo Padre reiteró que la paz no se construye tanto en los grandes encuentros internacionales. La paz es un don de Dios que nace en lo pequeño de cada día. Como en el corazón, o en un sueño, como le pasó a San José, cuando un ángel le dijo que no temiera en recibir a María, su esposa, porque ella donará al mundo al Emanuel, «el ‘Dios con nosotros': ¡Él es la paz!».
«Que todos podamos crecer en la unidad y en la paz». Con la oración colecta, hizo hincapié en que la paz es un don, en el que debemos crecer y que debemos hacer crecer. Un don que «tiene su camino de vida» y que cada uno tiene que trabajar para hacer que crezca:
«Y este camino de santos y pecadores nos dice que nosotros también debemos acoger el don de la paz y hacerle camino en nuestra vida, hacer que entre en nosotros, hacer que entre en el mundo. La paz no se hace de un día para el otro; la paz es un don, pero un don que debe ser trabajado cada día. Por ello, podemos decir que la paz es un don que se vuelve artesanal en las manos de los hombres. Somos nosotros, los hombres, los que tenemos que dar un paso hacia la paz, cada día: es nuestro trabajo. Es nuestro trabajo con el don recibido: hacer la paz».
La importancia de lo que puede parecer más pequeño
Con la liturgia del día en que se celebra la Natividad de María, el Papa destacó que si no hay paz en el corazón, en lo pequeño de nuestro día a día, no puede haber paz en el mundo:
«La paz es un don, es un don artesanal que todos debemos trabajar, todos los días, pero trabajarlo en las cosas pequeñas: en lo pequeño del día a día. No bastan los grandes manifiestos por la paz, los grandes encuentros internacionales, si luego esta paz no se hace en lo pequeño. Aún más, puedes hablar de la paz con palabras estupendas, dar una gran conferencia... Pero si en lo pequeño de tu vida, en tu corazón no hay paz, en tu familia no hay paz, en tu barrio no hay paz, en tu puesto de trabajo no hay paz, tampoco habrá paz en el mundo».
Para que pueda haber paz en el mundo, pacificar primero nuestro corazón, antes de hablar de la paz.
El Papa invitó a plantearnos algunas preguntas:
«¿Cómo está tu corazón hoy? ¿Está en paz? Si no está en paz, antes de hablar de paz, primero haz que haya paz en tu corazón. ¿Cómo está tu familia hoy? ¿Está en paz? Si no eres capaz de llevar adelante en paz a tu familia, a tu presbiterio, a tu congregación, no bastan palabras de paz para el mundo. Ésta es la pregunta que quisiera presentar hoy: ¿cómo está el corazón de cada uno de nosotros? ¿Está en paz? ¿Cómo está la familia de cada uno de nosotros? ¿Está en paz? Es así ¿no? Para llegar al mundo en paz».