La primera lectura de hoy nos muestra el testimonio de ELISEO. Fue escogido por DIOS para ser PROFETA. Era un agricultor que estaba trabajando la tierra con sus bueyes y Elías pasó junto a él y lo cubrió con su manto. Fue a despedirse de su familia, sacrificó sus bueyes e hizo una hoguera con la madera de su arado y le ofreció la carne asada a su gente para que comieran; se desprendió de todo lo que tenía , después siguió a Elías y se puso a su servicio.
En el Evangelio aparecen tres personajes que querían seguir a Jesús. Les advierte que el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza; no les ofrece una vida cómoda ni segura; tienen que ser desprendidos y desapegados de los afectos familiares y si aceptan seguirle; es decir, poner la mano en el arado, no pueden volver la vista atrás y dedicarse siempre a predicar el Reino de Dios, olvidando su pasado.
En la segunda lectura el Apóstol Pablo nos dice que Cristo nos ha liberado para ser LIBRES DE TODA ATADURA (GAL. 5,1ss); para no volver a ser esclavos del pecado; es decir, de todo egoísmo, legalismo, inmoralidad, corrupción e idolatría de ningún tipo. El camino de la LIBERACION VERDADERA es el servicio desinteresado, generoso, desprendido a los demás, impulsados por el Espíritu de Dios. “Donde actúa el Espíritu de Dios hay LIBERTAD”. Para eso hay que dejarse conducir por el Espíritu. Si estamos atados, oprimidos y esclavos de cualquier yugo o atadura, no podemos seguir a JESÚS. Rompamos pues la cadenas que no nos dejan ser Libres para seguirle. Amén
Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo
No hay comentarios:
Publicar un comentario