“Este es mi Hijo amado; ESCÚCHENLE”

Comentario domingo II Domingo de Cuaresma Ciclo B

Comenzamos hoy la segunda semana de Cuaresma y la liturgia nos presenta la figura de ABRAHAM, nuestro padre en la Fe. Dios había escogido a un hombre (un patriarca) para que de él saliera una descendencia más numerosa que las arenas del mar y las estrellas del cielo; un PUEBLO de su heredad que le fuera fiel aun en las más terribles pruebas; alguien que fuera capaz de ofrecer “hasta su propio HIJO”.

Dios nuestro PADRE nos ofreció a su HIJO AMADO en sacrificio para mostrarnos su gran AMOR con nosotros; es por eso que manda a ESCUCHARLO pues en JESUS EL SE NOS HA REVELADO EN PLENITUD. Tener FE es CONFIAR SIEMPRE EN DIOS por encima de cualquier circunstancia que tengamos que afrontar. El justo vivirá por la FE y es esa Fe la que debemos fortalecer y mejorar en este tiempo sagrado.

El apóstol Pablo  nos exhorta a revivir esa Fe cuando nos dice: “Si Él está con nosotros, quien contra nosotros”? ¿Quién nos condenará? Acaso El que murió y Resucitó e intercede por nosotros? Para eso necesitamos:

Subir al “monte” con Jesús para encontrarnos con el PADRE, como lo hicieron sus discípulos Pedro, Santiago y Juan (Mc. 9,2)

Contemplar su ROSTRO y el resplandor de su “divina presencia” (Contemplación)

Escuchar su PALABRA para fundamentar nuestra FE en ella: “Habla Señor que tu siervo te escucha; aquí estoy para hacer tu voluntad”.

Bajar del monte para volver a la vida cotidiana y allí ser testigo de su amor y Misericordia revelando el misterio de su Resurrección y Gloria.

CUARESMA, tiempo de MISIÓN; de salir afuera y manifestar al mundo esa GLORIA y la Esperanza de que el Reino de Dios se acerque e invitar a los seres humanos a CREER EN SU EVANGELIO. AMÉN

                                                                                                                                     Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo