lunes, 16 de marzo de 2015

¡La discreta corrupción en el Sistema financiero!


Todo el sistema financiero mundial tiene sus “pies de barro”; es decir, está basado en la corrupción. ¿Cómo nació el banco? Muchas personas producían mucho dinero con su trabajo y esfuerzo honesto y necesitaban un “lugar seguro” donde guardar su fortuna. Entonces a alguien se le ocurrió la idea de crearlo y así “utilizar” un dinero ajeno que él no produjo para especular con el mismo a cambio de un mísero interés ofrecido al oferente. Y así irse enriqueciendo con el dinero ajeno que cuando el oferente necesitare de un préstamo, el banquero se lo suministra a elevados intereses siendo ese capital prestado el mismo que el oferente le ha depositado. Eso también sucede con el corrupto sistema de las “tarjetas de crédito” que ha arruinado a muchos.

El sistema financiero mundial perverso está infectado de corrupción desde sus inicios. Algunos ejemplos sencillos podrían mostrar su perversión con más claridad. Criticamos, con razón, que un “buhonero” (comerciante informal de la calle), compre 4 bultos de papel higiénico en una cola a 20 Bs. Cada rollo e inmediatamente después se los venda en 80 Bs. a sus vecinos. Decimos; ¡tremendo negocio! (el negocio de las colas), siendo éste un explotador corrupto ya que sus ganancias son desproporcionas al costo del producto que adquirió para cubrir sus necesidades y no para explotar a sus propios hermanos. Lo mismo pasa con los “raspa cupos” en CADIVI. El estado proporciona al venezolano unos “cupos” en “dólares preferenciales” para que una vez al año pueda disfrutar de unas merecidas vacaciones con su familia viajando al exterior del País o para visitar a sus familiares lejanos. Pues bien, hay personas “corruptas” que piensan que eso es un “tremendo negocio” y viajan para comerciar con esos dólares; así recuperan el gasto que hicieron de los pasajes y se traen el resto de nuevo al país (en mercancía o en efectivo) y aquí los venden 200 veces más caro de lo que les costó. Si me dan $2000 a 12 Bs. el dólar y luego los revendes a 180 Bs. serías un poco más corrupto que el “buhonero”.

Si con éstos dos simples ejemplos podemos constatar la corrupción; ¿Se imaginan ustedes lo que está pasando con las “finanzas de nuestro País” ante el flujo de miles de millones de dólares que han entrado por el “petróleo a 100 X barril” y los otros miles de millones en préstamos de Naciones amigas? Se nos dicen que gracias a ellos se han financiado las MISIONES de Salud (barrio adentro 1 y 2), Educación (Sucre, Rivas y Robinson), Cultura y deportes; Vivienda, etc. Eso está muy bien pero el resto, el “bachaqueo” (negocios sucios) que han hecho con las riquezas de la Nación que pertenece a todos(as) los venezolanos(as). Hay serias acusaciones que se han hecho y que todavía no tienen respuesta. Ministros de nuestra Economía que han denunciado y han sido destituidos de sus cargos sin dar razones; periodistas sacados de sus programas por haber cuestionados algunas de estas irregularidades. Parece que nos hemos acostumbrados a que éstas “corrupciones” son parte de los “tremendos negocios” imitados por algunos ciudadanos inescrupulosos que piensa que eso es “normal”; que el “fin justifica los medios” y que todo es “lícito” cuando hipócritamente me amparo en hacer “buenos negocios” para así beneficiar a la patria y lo que estoy haciendo es “manosear” a la Patria para quedarme con una buena “tajada”. Parece que todo esto forma parte de lo que he querido llamar “la discreta corrupción del sistema financiero” o la “especulación financiera” como la llama nuestro hermano Francisco (papa) (E.G. #55).

He dicho en reiteradas ocasiones que el Imperialismo no podrá derrotarnos pero su “corrupción” si podrá destruirnos. Debemos despojarnos de una vez de la “idolatría del dinero”, del “becerro de oro” que nos domina y nos hace comerciar con los intereses de los más nobles proyectos de nuestro proceso revolucionario y con la sangre de nuestros valiosos profetas y mártires. ¡Basta ya de impunidad! ¡Basta ya de estar tapando tantas acciones corruptas que no son sancionadas. Ahí está nuestra debilidad (INSEGURIDAD); estamos perdiendo nuestra MORAL. Tenemos los “pies de barro” y eso es peligroso pues una sola “pedrada” nos podría aniquilar (Dan. 2,31-35)

Y hablando de “pedradas”, tengo frente a mí a una hermosa “mata de mangos” floreada hasta los topes y algunas flores empiezan a dar sus frutos aún no maduros. Algunos jóvenes de las escuelas aledañas invaden el sitio violando la privacidad y empiezan a lanzar piedras a los incipientes frutos que al tomarlos, se dan cuenta que no están hechos aún y los botan habiendo destruido muchísimas flores que iban a dar frutos en abundancia. ¿Será que esa mata de mango se parece a Venezuela? La vemos floreada y en vez de cuidarla y esperar a que dé abundante fruto para todos, unos cuantos inescrupulosos le caen a pedradas y no dejan madurar esos frutos y destruyen las flores que podrían producir más?

Si no cambiamos nuestra conducta y nos CONVERTIMOS, vamos a perecer todos. El camino de la CORRUPCION nos destruirá sin remedio. ¿Es que no podrá haber un camino honesto en el sector financiero que nos libre de la corrupción? ¿Será posible que no tengamos empresas que se conformen con unas súper generosas ganancias del 30% de su inversión? Claro que no es posible mantener una empresa que no de ganancias como es el caso de la gasolina o de las “empanadas” que cuestan hacerlas unos siete bolívares y nos obliguen a venderlas a cuatro bolívares o como pretendía erróneamente nuestro hermano Hugo con el plan de las “arepas socialistas” que tenían que fracasar. Se trata de “precios justos” ante “ganancias justas” para que todos ganemos y tengamos producción en abundancia y desaparezcan las “colas de la corrupción y del absurdo” y así acabaríamos con la especulación de los productos básicos.

Gracias al Dios de la Justicia que el sistema financiero internacional fracasará y la “roca” del Reinando de Cristo lo pulverizará. En el Reino de Dios no habrá finanzas, ni bancos, ni propiedades ni negocio alguno. Solo Reinará el amor de los unos para con los otros y así todos tendrán lo que necesiten en abundancia y el pueblo no tendrá jamás que hacer las demoníacas “colas de la corrupción”. Amen


                                                                             Pbro. Pablo Urquiaga. Caricuao. 12/03/15

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