“De los grandes eventos de la historia del mundo sólo queda el recuerdo en los libros. La historia de los afectos de las personas, en cambio, se conserva en el corazón de Dios y se inicia en la familia. Esa es la historia que cuenta”, expresó Francisco en la catequesis del miércoles 9 de setiembre de 2015 en la que reflexionó sobre la íntima relación que hay entre la familia y la comunidad cristiana.
El Obispo de Roma explicó que “Así lo experimentó Jesús, Hijo de Dios, que nació en una familia y en ella, por 30 años, aprendió la condición humana, en la sencillez de una dura vida de trabajo, en una aldea insignificante. Cuando inició su vida pública, quiso formar a su alrededor una comunidad, una “Asamblea”, una con-vocación de personas: la Iglesia. No la quiso como una secta para privilegiados, sino como una familia hospitalaria, una casa donde todos, sin exclusión, fueran acogidos y amados. Es indispensable, pues, que la Iglesia y la familia caminen juntas como testigos de la comunión de amor, cuya fuente última es Dios mismo.”
En este marco, el Sucesor en la Cátedra de Pedro afirmó que “la Iglesia es una familia espiritual, casa de los que creen en Jesús y viven según sus enseñanzas, y la familia, una pequeña Iglesia doméstica, escuela de amor a Dios y al prójimo”. Para exhortar: “Roguemos al Señor, por intercesión de María, Madre del Buen Consejo, que renueve y fortifique con su gracia el vínculo entre la familia y la comunidad cristiana, para que sigan ofreciendo esperanza y alegría a nuestra sociedad actual, que a menudo no les da el valor suficiente”.
Algunas frases del Papa
“Quisiera hoy detenerme en los vínculos entre la familia y la comunidad cristiana”
“Un vínculo natural, porque la Iglesia es una familia espiritual y la familia es una pequeña iglesia”
“La Iglesia camina en medio de los pueblos”
“Esto es lo que cuenta para el Señor”
“Los grandes eventos de la historia humana se escriben en los libros de historia. Los eventos de la familia humana se inscriben en la mente de Dios”
“Por eso es tan importante la familia”
“Jesús nació en una familia y allí aprendió el mundo”
“Formó a su alrededor una comunidad”
“En los Evangelios, la asamblea de Jesús tiene la forma de una familia hospitalaria, no de una secta excluyente”
“Jesús no cesa de acoger y hablar con todos. Incluso con los que ya no esperan encontrar a Dios en su vida”
“La familia y la parroquia son dos ejes en los que se basa la Iglesia”
“La Iglesia tiene que ser una casa acogedora, con las puertas abiertas siempre”
“Las iglesias, las parroquias, las instituciones con las puertas cerradas no se deben llamar iglesias, sino museos”
“Frente a los centros de poder ofrezcamos nuestra esperanza en los centros del amor, centros evangelizadores, ricos en calor humano, basados en la solidaridad y en la participación”
“Las familias, a veces, dan un paso atrás, diciendo que no están a la altura”
“Nadie está a la altura sin la gracia de Dios. Todo nos es dado”
“El Señor, si nos ponemos en sus manos, nos hace realizar los milagros de todos los días”
“La fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos”
“La familia y la parroquia deben realizar el milagro de una vida más abierta para toda la sociedad”
Texto integro del saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas:
Esta mañana reflexionamos sobre la íntima relación que hay entre la familia y la comunidad cristiana: la Iglesia es una familia espiritual, casa de los que creen en Jesús y viven según sus enseñanzas, y la familia, una pequeña Iglesia doméstica, escuela de amor a Dios y al prójimo.
De los grandes eventos de la historia del mundo sólo queda el recuerdo en los libros. La historia de los afectos de las personas, en cambio, se conserva en el corazón de Dios y se inicia en la familia. Esa es la historia que cuenta. Así lo experimentó Jesús, Hijo de Dios, que nació en una familia y en ella, por 30 años, aprendió la condición humana, en la sencillez de una dura vida de trabajo, en una aldea insignificante. Cuando inició su vida pública, quiso formar a su alrededor una comunidad, una “Asamblea”, una con-vocación de personas: esa es la Iglesia. No la quiso como una secta para privilegiados, sino como una familia hospitalaria, una casa donde todos, sin exclusión, fueran acogidos y amados. Es indispensable, pues, que la Iglesia y la familia caminen juntas como testigos de la comunión de amor, cuya fuente última es Dios mismo.
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Saludo a los peregrinos de lengua española, a todos los grupos provenientes de España y de otros países latinoamericanos, en particular al grupo de la Academia Superior de la Policía de Colombia. Roguemos al Señor, por intercesión de María, Madre del Buen Consejo, que renueve y fortifique con su gracia el vínculo entre la familia y la comunidad cristiana, para que sigan ofreciendo esperanza y alegría a nuestra sociedad actual, que a menudo no les da el valor suficiente. Muchas gracias.
Cortesía de http://www.pazybien.es/
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