domingo, 18 de octubre de 2015

¡El poder como servicio!


Comentario domingo 29° Tiempo ordinario, ciclo "B"

"Los jefes de las Naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos oprimen a los débiles; pero entre ustedes no debe ser así; al contrario, el que quiera ser el primero que se haga el último y servidor de todos. Usen el "poder" para servir y no para servirse de los demás ni para abusar y humillar a los más pequeños.

Hay muchos tipos de "poder". El poder en sí no es malo, depende del uso que se le dé. El "poder" es una "capacidad o don" que Dios nuestro creador nos ha dado para "poder servir y dar vida a nuestro alrededor". Tendremos que dar cuentas al final de nuestra vida de lo que hicimos con el poder que recibimos.

A los gobernantes (políticos) se les ha dado el "poder" (autoridad) para ejercer el derecho y la justicia a todos los ciudadanos por igual y de forma equitativa, beneficiando prioritariamente a los más débiles e indefensos (ROM. 13, 1-7) . El gobernante no es el "dueño de la nación", es solo un "SERVIDOR"; por lo tanto, "el que no gobierne para SERVIR, no sirve para gobernar" y debe quitársele ese poder. Lo mismo pasa con el empresario que tiene poder para producir beneficios para todos y no solo para él mismo. La doctrina social de la Iglesia nos dice que toda "propiedad privada tiene sobre ella una deuda social". Esto también se aplica a las autoridades religiosas de cualquier tipo.

 Hagamos que el "PODER" se convierta en "fuente de vida y de progreso" para todos(as) empezando por los más pobres. El poder se hace "BENDITO" cuando se usa para promover las capacidades de todos(as) los ciudadanos(as) en el área de la salud, la educación, la cultura y de una "espiritualidad liberadora". De ahí la razón de ser de nuestras "MISIONES SOCIALES" que tanto bien han hecho a los más desamparados. Debemos cuidarlas y promoverlas sin "paternalismos". Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.

Imagen de Cerezo Barredo

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