En ésta semana de “Pascua
de Resurrección” llevamos 4
intentos de “linchamientos” en
nuestra Parroquia; dos ejecutados y
dos “frustrados”; uno de ellos el
mismo “domingo de Resurrección”, al salir de la Misa Parroquial (Nuestra
fiesta), al legar a mi apartamento me llama una de las Catequistas para
informarme que estaban matando a un joven en la cancha justo detrás del bloque
donde vivo para ver si podía hacer algo al respecto. Les confieso que me
provocó no salir pero no pude contenerme y me dije: “Iré a ver qué pasa”. Un
joven que no pasaba de 18 o 29 años, tirado en el suelo (parecía un “cristo”
por lo golpeado y maltratado que estaba). Yo pregunté qué había pasado y me
dijeron que había amenazado a una mujer embarazada con una pistola de juguete
para robarla y ésta empezó a gritar y varios de la comunidad acudieron en su
ayuda y pudieron frustrar el robo. En ese momento uno de los jóvenes tomó la
mitad de un bloque de concreto y tapándole la cara con la poca ropa que le
quedaba, empezó a machacarle el cráneo. Tuve que intervenir pidiendo la palabra
aquel gentío que gritaban: “Mátalo, mátalo”. A mis oídos llegaban las palabras
del gentío; crucifícalo, crucifícalo. Les pedí por favor que no lo hicieran,
que si ese joven había cometido un delito, que llamaran a las autoridades
competentes para que lo detuvieran pero que no tomarán “justicia” por ellos mismos; bueno, aquello no era “justicia”, era
“venganza”. Allí había un
funcionario policial y lo interpelé para que actuara y llamara a una patrulla
para que lo viniera a buscar. Gracias a Dios no demoraron mucho y apareció el
CICPC y se llevaron al joven.
Algunos me decían: padre, no se meta en eso, ese es un “judas”, hay que quemarlo para que
aprenda. Yo les decía: todos somos pecadores y si ese joven iba a robar,
ustedes iban a “asesinarlo”. ¿Cuál es
mayor pecado? Por favor, no podemos reaccionar de esa forma. Algunos lo
entendieron, gracias a Dios. Y es que la gente está “obstinada” por tanta inseguridad
e impunidad. Ellos me decían con razón: Ud. verá que mañana lo sueltan si
no hay nadie que vaya a presentar la denuncia; claro, a nadie se le ocurre ese
disparate porque los que lo han hecho, después han tomado represalias pues
algunos funcionarios lamentablemente han sido cómplice de los que delinquen y
hay un convencimiento que no vale la pena denunciar.
La situación es terrible, antes de ayer me cuentan que muy
cerca de aquí, también iban a linchar a dos menores de edad que trataron también
de robar. La gente se está organizando y lo peligroso que lo hagan, no para
hacer justicia sino para “ajusticiar por
cuenta propia”. La policía en nuestro sector “brilla por su ausencia”; la guardia está apostada en la Redoma y
no existe patrullaje ni protección a los ciudadanos que se siente
desprotegidos. Una cosa positiva de todo esto es que la gente se da cuenta que
no puede seguir viviendo ajena a lo que pasa y encerrada en sus apartamentos.
La indiferencia y el individualismo son dos males que debemos superar. Hay que
organizarse para montar vigilancia, para que la “seguridad de la nación” se
ejerza desde las “bases” de la Comunidad Organizada. Necesitamos que las
autoridades actúen junto con la sociedad. La Policía debe ganarse de nuevo el
respeto de los ciudadanos(as) acercándose más a ellos y llegando a acuerdos estratégicos.
En una reunión ayer en la Biblioteca lamentábamos la pérdida
de nuestro ex ministro de Relaciones Interiores: Miguel Rodríguez Torres que había propuesto lo de los CUADRANTES, los cuales estuvieron
funcionando a las mil maravillas pero duraron poco una vez que nuestro hermano
fue destituido por razones absurdas. Pareciera que en nuestro País, la gente
que empieza a actuar correctamente, lo sacan de escena. La gente honesta no cabe
entre tanta corrupción. Es por eso que se hace necesario RECONSTRUIR Y REFUNDAR
LA PATRIA, rescatar nuestro PROCESO REVOLUCIONARIO que está en peligro de
extinción si no se corrige el rumbo por el cual estamos en ésta “crisis ética y moral” en la cual
vivimos.
OREMOS por el CONGRESO DE LA PATRIA que se convierte en
ESPERANZA para que nos convirtamos al RESUCITADO y cese la CORRUPCIÓN. El
funcionario que no está cumpliendo con su función de SERVIR AL PUEBLO, que
renuncie y el que lo está haciendo bien, que se le ratifique. Basta ya de
IMPUNIDAD. “El que no gobierne para servir, no sirve para gobernar” y debe
poner su cargo a la orden. La Revolución exige “limpieza total”. Ha llegado la HORA de la PURIFICACIÓN NACIONAL. Adelante con los mejores de ésta gran
Nación. Amen
Pbro. Pablo Urquiaga. Párroco en Caricuao
Ruiz Pineda, 31 de Marzo del 2016
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