sábado, 2 de abril de 2016

¡JUSTICIA, NO VENGANZA!



En ésta semana de “Pascua de Resurrección” llevamos 4 intentos de “linchamientos” en nuestra Parroquia; dos ejecutados y dos “frustrados”; uno de ellos el mismo “domingo de Resurrección”, al salir de la Misa Parroquial (Nuestra fiesta), al legar a mi apartamento me llama una de las Catequistas para informarme que estaban matando a un joven en la cancha justo detrás del bloque donde vivo para ver si podía hacer algo al respecto. Les confieso que me provocó no salir pero no pude contenerme y me dije: “Iré a ver qué pasa”. Un joven que no pasaba de 18 o 29 años, tirado en el suelo (parecía un “cristo” por lo golpeado y maltratado que estaba). Yo pregunté qué había pasado y me dijeron que había amenazado a una mujer embarazada con una pistola de juguete para robarla y ésta empezó a gritar y varios de la comunidad acudieron en su ayuda y pudieron frustrar el robo. En ese momento uno de los jóvenes tomó la mitad de un bloque de concreto y tapándole la cara con la poca ropa que le quedaba, empezó a machacarle el cráneo. Tuve que intervenir pidiendo la palabra aquel gentío que gritaban: “Mátalo, mátalo”. A mis oídos llegaban las palabras del gentío; crucifícalo, crucifícalo. Les pedí por favor que no lo hicieran, que si ese joven había cometido un delito, que llamaran a las autoridades competentes para que lo detuvieran pero que no tomarán “justicia” por ellos mismos; bueno, aquello no era “justicia”, era “venganza”. Allí había un funcionario policial y lo interpelé para que actuara y llamara a una patrulla para que lo viniera a buscar. Gracias a Dios no demoraron mucho y apareció el CICPC y se llevaron al joven.

Algunos me decían: padre, no se meta en eso, ese es un “judas”, hay que quemarlo para que aprenda. Yo les decía: todos somos pecadores y si ese joven iba a robar, ustedes iban a “asesinarlo”. ¿Cuál es mayor pecado? Por favor, no podemos reaccionar de esa forma. Algunos lo entendieron, gracias a Dios. Y es que la gente está “obstinada” por tanta inseguridad e impunidad. Ellos me decían con razón: Ud. verá que mañana lo sueltan si no hay nadie que vaya a presentar la denuncia; claro, a nadie se le ocurre ese disparate porque los que lo han hecho, después han tomado represalias pues algunos funcionarios lamentablemente han sido cómplice de los que delinquen y hay un convencimiento que no vale la pena denunciar.

La situación es terrible, antes de ayer me cuentan que muy cerca de aquí, también iban a linchar a dos menores de edad que trataron también de robar. La gente se está organizando y lo peligroso que lo hagan, no para hacer justicia sino para “ajusticiar por cuenta propia”. La policía en nuestro sector “brilla por su ausencia”; la guardia está apostada en la Redoma y no existe patrullaje ni protección a los ciudadanos que se siente desprotegidos. Una cosa positiva de todo esto es que la gente se da cuenta que no puede seguir viviendo ajena a lo que pasa y encerrada en sus apartamentos. La indiferencia y el individualismo son dos males que debemos superar. Hay que organizarse para montar vigilancia, para que la “seguridad de la nación” se ejerza desde las “bases” de la Comunidad Organizada. Necesitamos que las autoridades actúen junto con la sociedad. La Policía debe ganarse de nuevo el respeto de los ciudadanos(as) acercándose más a ellos y llegando a  acuerdos estratégicos.

En una reunión ayer en la Biblioteca lamentábamos la pérdida de nuestro ex ministro de Relaciones Interiores: Miguel Rodríguez Torres que había propuesto lo de los CUADRANTES, los cuales estuvieron funcionando a las mil maravillas pero duraron poco una vez que nuestro hermano fue destituido por razones absurdas. Pareciera que en nuestro País, la gente que empieza a actuar correctamente, lo sacan de escena. La gente honesta no cabe entre tanta corrupción. Es por eso que se hace necesario RECONSTRUIR Y REFUNDAR LA PATRIA, rescatar nuestro PROCESO REVOLUCIONARIO que está en peligro de extinción si no se corrige el rumbo por el cual estamos en ésta “crisis ética y moral” en la cual vivimos.


OREMOS por el CONGRESO DE LA PATRIA que se convierte en ESPERANZA para que nos convirtamos al RESUCITADO y cese la CORRUPCIÓN. El funcionario que no está cumpliendo con su función de SERVIR AL PUEBLO, que renuncie y el que lo está haciendo bien, que se le ratifique. Basta ya de IMPUNIDAD. “El que no gobierne para servir, no sirve para gobernar” y debe poner su cargo a la orden. La Revolución exige “limpieza total”. Ha llegado la HORA de la PURIFICACIÓN NACIONAL. Adelante con los mejores de ésta gran Nación. Amen

Pbro. Pablo Urquiaga. Párroco en Caricuao
                                                                              Ruiz Pineda, 31 de Marzo del 2016

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