sábado, 2 de abril de 2016

¡La Experiencia del Resucitado!



Comentario II domingo  del Tiempo de pascua, ciclo "C"

Tomás, como los demás Apóstoles y discípulos eran “incrédulos”. Necesitaban “ver para creer”. La experiencia del Resucitado es un “experiencia de FE”; no necesita “ver ni tocar”; por eso Jesús les dice: “Bienaventurados aquellos que crean sin haber visto”.

¿Cómo podemos encontrarnos con el Resucitado sino lo vemos? ¿Dónde podremos encontrarlo? Nos dice nuestro hermano PAGOLA: “La Fe en Jesús Resucitado no brotó de manera fácil en el corazón de los discípulos. Por su propio testimonio sabemos que estuvieron desconcertados; lo buscan en el “sepulcro” y hasta piensan que se lo han “robado”,( como fue el caso de María Magdalena). Ella sin Jesús se siente perdida; los discípulos piensan que eran “delirios de mujeres”: “No está aquí, ha Resucitado”.

También en nosotros la Fe en Cristo Resucitado no nace hoy de forma espontánea solo porque lo hemos escuchado de nuestros Catequistas y predicadores. Es necesario hacer nuestro propio recorrido. Hay que buscarlo con todas nuestras fuerzas y entusiasmo, pero no entre los “muertos”, ni en los “sepulcros”, ni en estructuras rígidas y caducas (odres viejos), ni entre normas y preceptos abstractos. Al que vive hay que buscarlo donde hay VIDA, donde se vive según el Espíritu de Jesús. Lo encontraremos en Comunidades Vivas que ponen el AMOR DE CRISTO en el CENTRO; porque sabemos que “donde están dos o tres reunidos en su nombre, allí está El vivo entre ellos” (Mt. 18,20).

Lo encontraremos si nos identificamos con su “proyecto de vida” (Su Reino) y trabajamos juntos por realizarlo y vivirlo como lo hicieron nuestros hermanos de la “Iglesia Primitiva” (Hechos 2,44-47; Hechos 4, 32-37). Cierto, es una “experiencia personal” pero se ratifica y confirma en medio de la COMUNIDAD ECLESIAL. AMEN

Pbro. Pablo Urquiaga.


Imagen de Cerezo Barredo

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