lunes, 31 de octubre de 2016

Católicos y luteranos se comprometen a "eliminar los obstáculos que nos impiden la plena unidad"


Francisco y Munib Younam firman una histórica declaración conjunta en Lund


"Instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero y defender los derechos de los refugiados"


Jesús Bastante, 31 de octubre de 2016 a las 16:43

"Ambos reconocen que "luteranos y católicos han dañado la unidad de la Iglesia" por culpa de "prejuicio y los conflictos", que hicieron que "la religión fue instrumentalizada con fines políticos"

(Jesús Bastante/Agencias).- "Nosotros, luteranos y católicos, instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para socorrer las necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que buscan asilo". Con un histórico abrazo, el Papa y el presidente de la Federación Luterana Mundial, Munib Younam, firmaron una declaración conjunta, tras la oración ecuménica en Lund.
En el texto, ambas iglesias se comprometen a "seguir juntos en el servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad,especialmente la de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia".
"Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que termine la violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y comunidades, y a innumerables hermanos y hermanas en Cristo", añade el texto, que rechaza "de manera enérgica, todo odio y violencia, pasada y presente, especialmente la cometida en nombre de la religión".
Luteranos y católicos, así, reclaman "un cambio de corazón y mente que conduzca a una actitud amorosa y responsable en el cuidado de la creación". Cincuenta años después del comienzo del diálogo, ambas iglesias "ya no son extrañas" y han aprendido que "lo que nos une es más de lo que nos divide".
Ambos reconocen que "luteranos y católicos han dañado la unidad de la Iglesia" por culpa de "prejuicio y los conflictos", que hicieron que "la religión fue instrumentalizada con fines políticos".
"Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos pide una conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación", concluye el documento, que se compromete a "eliminar los obstáculos restantes que nos impiden alcanzar la plena unidad".
Se asegura que muchos miembros de ambas comunidades anhelan recibir la Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena (...). Anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos, que deseamos que progresen, también con la renovación de nuestro compromiso en el diálogo teológico", agrega el texto.
Ésta es la declaración conjunta:

Con ocasión de la Conmemoración conjunta Católico - Luterana de la Reforma
Lund, 31 de octubre de 2016

«Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí» (Jn 15,4).
Con corazones agradecidos
Con esta Declaración Conjunta, expresamos gratitud gozosa a Dios por este momento de oración en común en la Catedral de Lund, cuando comenzamos el año en el que se conmemora el quinientos aniversario de la Reforma. Los cincuenta años de constante y fructuoso diálogo ecuménico entre Católicos y Luteranos nos ha ayudado a superar muchas diferencias, y ha hecho más profunda nuestra mutua comprensión y confianza. Al mismo tiempo, nos hemos acercado más unos a otros a través del servicio al prójimo, a menudo en circunstancias de sufrimiento y persecución. A través del diálogo y el testimonio compartido, ya no somos extraños. Más bien, hemos aprendido que lo que nos une es más de lo que nos divide.
Pasar del conflicto a la comunión
Aunque estamos agradecidos profundamente por los dones espirituales y teológicos recibidos a través de la Reforma, también reconocemos y lamentamos ante Cristo que Luteranos y Católicos hayamos dañado la unidad vivible de la Iglesia. Las diferencias teológicas estuvieron acompañadas por el prejuicio y por los conflictos, y la religión fue instrumentalizada con fines políticos. Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos pide una conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación. Aunque el pasado no puede ser cambiado, lo que se recuerda y cómo se recuerda, puede ser trasformado. Rezamos por la curación de nuestras heridas y de la memoria, que nublan nuestra visión recíproca. Rechazamos de manera enérgica todo odio y violencia, pasada y presente, especialmente la cometida en nombre de la religión. Hoy, escuchamos el mandamiento de Dios de dejar de lado cualquier conflicto. Reconocemos que somos liberados por gracia para caminar hacia la comunión, a la que Dios nos llama constantemente.
Nuestro compromiso para un testimonio común
A medida que avanzamos en esos episodios de la historia que nos pesan, nos comprometemos a testimoniar juntos la gracia misericordiosa de Dios, hecha visible en Cristo crucificado y resucitado. Conscientes de que el modo en que nos relacionamos unos con otros da forma a nuestro testimonio del Evangelio, nos comprometemos a seguir creciendo en la comunión fundada en el Bautismo, mientras intentamos quitar los obstáculos restantes que nos impiden alcanzar la plena unidad. Cristo desea que seamos uno, para que el mundo crea (cf. Jn 17,21).
Muchos miembros de nuestras comunidades anhelan recibir la Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena. Sentimos el dolor de los que comparten su vida entera, pero no pueden compartir la presencia redentora de Dios en la mesa de la Eucaristía. Reconocemos nuestra conjunta responsabilidad pastoral para responder al hambre y sed espiritual de nuestro pueblo con el fin de ser uno en Cristo. Anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos, que deseamos que progresen, también con la renovación de nuestro compromiso en el diálogo teológico.
Pedimos a Dios que Católicos y Luteranos sean capaces de testimoniar juntos el Evangelio de Jesucristo, invitando a la humanidad a escuchar y recibir la buena noticia de la acción redentora de Dios. Pedimos a Dios inspiración, impulso y fortaleza para que podamos seguir juntos en el servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad, especialmente la de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia. Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que termine la violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y comunidades, y a innumerables hermanos y hermanas en Cristo. Nosotros, Luteranos y Católicos, instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para socorrer las necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que buscan asilo.
Hoy más que nunca, comprendemos que nuestro servicio conjunto en este mundo debe extenderse a la creación de Dios, que sufre explotación y los efectos de la codicia insaciable. Reconocemos el derecho de las generaciones futuras a gozar de lo creado por Dios con todo su potencial y belleza. Rogamos por un cambio de corazón y mente que conduzca a una actitud amorosa y responsable en el cuidado de la creación.
Uno en Cristo
En esta ocasión propicia, manifestamos nuestra gratitud a nuestros hermanos y hermanas, representantes de las diferentes Comunidades y Asociaciones Cristianas Mundiales, que están presentes y quienes se unen a nosotros en oración. Al comprometernos de nuevo a pasar del conflicto a la comunión, lo hacemos como parte del único Cuerpo de Cristo, en el que estamos incorporados por el Bautismo. Invitamos a nuestros interlocutores ecuménicos para que nos recuerden nuestros compromisos y para animarnos. Les pedimos que sigan rezando por nosotros, que caminen con nosotros, que nos sostengan viviendo los compromisos de oración que manifestamos hoy.
Exhortación a los Católicos y Luteranos del mundo entero
Exhortamos a todas las comunidades y parroquias Luteranas y Católicas a que sean valientes, creativas, alegres y que tengan esperanza en su compromiso para continuar el gran itinerario que tenemos ante nosotros. En vez de los conflictos del pasado, el don de Dios de la unidad entre nosotros guiará la cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad. Nosotros, Católicos y Luteranos, acercándonos en la fe a Cristo, rezando juntos, escuchándonos unos a otros, y viviendo el amor de Cristo en nuestras relaciones, nos abrimos al poder de Dios Trino. Fundados en Cristo y dando testimonio de él, renovamos nuestra determinación para ser fieles heraldos del amor infinito de Dios para toda la humanidad.

Cortesía de http://www.periodistadigital.com/



Papa a Luteranos: ¡Cristianos, vamos a protagonizar revolución de la ternura!

Desde Suecia se impulsa declaración conjunta para un ecumenismo de la caridad por los más pobres, desechados y necesitados del planeta
31 OCTUBRE, 2016


A nosotros los cristianos se nos pide de protagonizar la revolución de la ternura”, dijo el papa Francisco durante evento ecuménico ante miles de delegados cristianos reunidos este lunes 31 de octubre en la tarde en el estadio Malmö Arena de Suecia.
Francisco compartió platea con varios líderes luteranos, pero especialmente con los operadores de caridad y de paz (de ambas iglesias), al fin hombres y mujeres voluntarios y comprometidos en llevar conforto y trabajar a favor de los más necesitados en varios países y realidades.
En esto contexto, Francisco agradeció a Dios ante miles de asistentes por “esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma” que involucra a católicos y luteranos, que “estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad”, expresó.
Entretanto, manifestó que entre católicos y luteranos “es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”.
En un discurso sobre la caridad cristiana aseguró: “Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados, porque son desechados de su patria y de los marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge”.
El obispo de Roma que momentos antes participó a una oración ecuménica común y firmó una declaración conjunta con los Luteranos, aplaudió que, a su vez, “gracias a este nuevo clima de entendimiento, hoy Caritas Internationalis y Lutheran World Federation World Service firmarán una declaración común de acuerdos”.
De esta manera, el ecumenismo de la caridad tiene un nuevo auge en esta declaración entre ambas organizaciones cristianas de asistencia benéfica “con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social”.
Antes del discurso del Papa se escucharon testimonios de cristianos comprometidos en varios ámbitos en Colombia, Burundi, India, Siria y Sur Sudán: la protección del planeta, enfrentar el cambio climático, ayudar a los niños y las mujeres en zonas de guerra, los refugiados, sostener a los pueblos perseguidos y la paz del mundo.
“Ojalá que se pudiera propagar” la locura del amor de Dios “iluminada por la fe y la confianza en la Providencia”, expresó el Papa y agradeció a todos los que brindaron su testimonio. En referencia justamente al testimonio de una mujer en exilio, Marguerite, que ayuda a los niños víctimas de la guerra en África.
El Pontífice invitó a todos: “Cuando volvamos a nuestras casas, llevemos el compromiso de realizar cada día un gesto de paz y de reconciliaciónpara ser testigos valientes y fieles de esperanza cristiana. Y cómo sabemos: ¡La esperanza no defrauda!”, concluyó.
Por otro lado, de la parte luterana. “Católicos y luteranos se aman hoy y sirven a los hermanos para que el mundo crea. Qué Dios bendiga siempre nuestros lazos de hermandad”, dijo el Obispo luterano Munib Yunan, Secretario General de la Federación Mundial Luterana.
En otro momento, el Papa pidió una oración especial por Colombia que llamó “ tierra maravillosa para que, con la colaboración de todos, se pueda llegar finalmente a la paz, tan deseada y necesaria para una digna convivencia humana”.
Asimismo, exhortó a rezar por todas las naciones que viven conflictos y violencia. “Como el corazón cristiano, si lo miran a Jesús, no conoce limites; que sea una oración que abrace también a todos los países en los que sigue habiendo graves situaciones de conflicto”.

Discurso completo del Papa

Queridos hermanos y hermanas:
Doy gracias a Dios por esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma, que estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. El camino emprendido para lograrla es ya un gran don que Dios nos regala, y gracias a su ayuda estamos hoy aquí reunidos, luteranos y católicos, en espíritu de comunión, para dirigir nuestra mirada al único Señor, Jesucristo.
El diálogo entre nosotros ha permitido profundizar la comprensión recíproca, generar mutua confianza y confirmar el deseo de caminar hacia la comunión plena.Uno de los frutos que ha generado este diálogo es la colaboración entre distintas organizaciones de la Federación Luterana Mundial y de la Iglesia Católica.
Gracias a este nuevo clima de entendimiento, hoy Caritas Internationalis y Lutheran World Federation World Service firmarán una declaración común de acuerdos, con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social.
Saludo cordialmente a los miembros de ambas organizaciones que, en un mundo fragmentado por guerras y conflictos, han sido y son un ejemplo luminoso de entrega y servicio al prójimo. Los exhorto a seguir adelante por el camino de la cooperación.
He escuchado con atención los testimonios, de cómo en medio de tantos desafíos entregan la vida día a día para construir un mundo que responda cada vez más a los designios de Dios.
Pranita se ha referido a la creación. Es cierto que toda la creación es una manifestación del inmenso amor de Dios para con nosotros; por eso, también por medio de los dones de la naturaleza nosotros podemos contemplar a Dios.
Comparto tu consternación por los abusos que dañan nuestro planeta, nuestra casa común, y que generan graves consecuencias también sobre el clima. Como bien has recordado, los mayores impactos recaen a menudo sobre las personas más vulnerables y con menos recursos, y son forzadas a emigrar para salvarse de los efectos de los cambios climáticos. Como se dice en mi país: ¡Al final la gran fiesta la terminan pagando los pobres!
Todos somos responsables de la preservación de la creación, y de modo particular nosotros los cristianos. Nuestro estilo de vida, nuestros comportamientos deben ser coherentes con nuestra fe. Estamos llamados a cultivar una armonía con nosotros mismos y con los demás, pero también con Dios y con la obra de sus manos. Pranita, te animo a seguir adelante en tu compromiso en favor de nuestra casa común.

Testimonio desde Colombia

Mons. Héctor Fabio nos ha informado del trabajo conjunto que católicos y luteranos realizan en Colombia. Es una buena noticia saber que los cristianos se unen para dar vida a procesos comunitarios y sociales de interés común. Les pido una oración especial por esa tierra maravillosa para que, con la colaboración de todos, se pueda llegar finalmente a la paz, tan deseada y necesaria para una digna convivencia humana. Como el corazón cristianos, si lo miran a Jesús, no conoce limites; que sea una oración que abrace también a todos los países en los que sigue habiendo graves situaciones de conflicto.
Marguerite ha llamado nuestra atención sobre el trabajo en favor de los niños víctimas de tantas atrocidades y el compromiso con la paz. Es algo admirable y, a su vez, un llamado a tomar en serio innumerables situaciones de vulnerabilidad que sufren tantas personas indefensas, aquellas que no tienen voz. Lo que tú consideras como una misión, ha sido una semilla que ha generado abundantes frutos, y hoy, gracias a esta semilla, miles de niños pueden estudiar, crecer y recuperar la salud. Apostaste al futuro. ¡Gracias!
Te doy las gracias por el hecho de que ahora, incluso en el exilio, sigues comunicando un mensaje de paz. Has dicho que todos los que te conocen piensan que lo que haces es una locura. Por supuesto, es la locura del amor a Dios y al prójimo. Ojalá que se pudiera propagar esta locura, iluminada por la fe y la confianza en la Providencia. Sigue adelante y que esa voz de esperanza que escuchaste al inicio de tu aventura continúe animando tu corazón y el corazón de muchos jóvenes.
Testimonio Sur Sudán
Rose, la más joven, ha manifestado un testimonio realmente conmovedor. Ha sabido sacar provecho al talento que Dios le ha dado a través del deporte. En lugar de malgastar sus fuerzas en situaciones adversas, las ha empleado en una vida fecunda.
Mientras escuchaba tu historia, me venía a la mente la vida de tantos jóvenes que necesitan de testimonios como el tuyo. Me gustaría recordar que todos pueden descubrir esa condición maravillosa de ser hijos de Dios y el privilegio de ser queridos y amados por él.
Rose, te agradezco de corazón tus esfuerzos y tus desvelos por animar a otras niñas a regresar a la escuela y, también, el que rece todos los días por la paz en el joven estado de Sudán del Sur, que tanto la necesita.
Después de escuchar estos testimonios valientes, y que nos hacen pensar en nuestra propia vida y en el modo cómo respondo a las situaciones de necesitad que están a nuestro lado, quiero agradecer a todos los gobiernos que asisten a los refugiados, a los desplazados y a los que solicitan asilo, porque todas las acciones en favor de estas personas que tienen necesidad de protección representan un gran gesto de solidaridad y de reconocimiento de su dignidad.
Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados, porque son desechados de su patria y de los marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge. A nosotros los cristianos se nos pide de protagonizar la revolución de la ternura.
Alepo – Siria
Dentro de poco escucharemos el testimonio del Obispo Antoine, que vive en Alepo, ciudad extenuada por la guerra, donde se desprecia y se pisotean incluso los derechos más fundamentales. Las noticias nos refieren cotidianamente el inefable sufrimiento causado por el conflicto sirio, de la amada Siria, que dura ya más de cinco años.
En medio de tanta devastación, es verdaderamente heroico que permanezcan allí hombres y mujeres para prestar asistencia material y espiritual a quien tiene necesidad.
Es admirable también que tú, querido hermano, sigas trabajando en medio de tantos peligros para contarnos la dramática situación de los sirios. Cada uno de ellos está en nuestros corazones y en nuestra oración. Imploremos la gracia de la conversión de los corazones de quienes tienen la responsabilidad de los destinos del mundo, de aquella región y de todos los que intervienen en ella.
Queridos hermanos y hermanas, no nos dejemos abatir por las adversidades.Que estas historias y estos testigos nos motiven y nos den nuevo impulso para trabajar cada vez más unidos. Cuando volvamos a nuestras casas, llevemos el compromiso de realizar cada día un gesto de paz y de reconciliación, para ser testigos valientes y fieles de esperanza cristiana. Y cómo sabemos: ¡La esperanza no defrauda!

Cortesía de http://es.aleteia.org/

domingo, 30 de octubre de 2016

¡EL RICO AMADO POR JESUS!


Comentario domingo XXXI del tiempo ordinario ciclo "c".

Zaqueo era un poderoso jefe de los recaudadores de impuestos que controlaban el paso de la mercancía en la importante zona de JERICÓ; por lo tanto era un hombre muy rico y despreciado por todo el pueblo. Un explotador que no merecía ser llamado “hijo de Abraham” pues su misma riqueza mal habida lo condenaba; seguro que Jesús lo condenaría también. Sin embargo ocurrió todo lo contrario; Jesús lo busca, lo mira y le pide “hospedarse en su casa”.

Zaqueo desea también conocer a Jesús y para ello tiene que vencer algunos obstáculos que le impiden verlo. Tiene que dejar su “arrogancia” de gente importante y “hacerse como un niño” (correr y subirse en un árbol) ya que era de “baja estatura” (física y moral) ya que se creía “superior a los demás” y es por eso que Jesús le pide que se “baje”.

Todo el pueblo se escandaliza que Jesús vaya a hospedarse en casa de aquel “corrupto” y Zaqueo, impactado por el “gesto de Jesús”, se para y dice: “Doy la mitad de mis bienes a los pobres y si le he robado a alguien le restituiré cuatro veces más”. Ante esta “señal de conversión” Jesús declara: “Hoy ha sido la salvación a esta casa” porque también este es “hijo de Abraham”. El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que se había perdido”.

Jesús AMA a los pecadores y a los ricos y quiere que también ellos se salven; Jesús no le reprocha nada, ni le insulta ni le condena; solo le muestra su AMOR Y RESPETO y ese “gesto” es lo que hace que el pecador se convierta y cambie radicalmente su actitud. Jesús quiere también entrar y hospedarse en tu casa porque tú también eres Hijo de Abraham. Recíbelo hoy como Zaqueo. Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo


domingo, 23 de octubre de 2016

Francisco habla sobre el diálogo e invita: “Escuchar, explicar, con mansedumbre, no ladrar al otro, no gritar, sino tener un corazón abierto”

Texto del papa Francisco en la catequesis de la audiencia jubilar del sábado 22 de octubre de 2016


ZENIT – Roma).- El papa Francisco tuvo este sábado por la mañana en la Plaza de San Pedro la Audiencia Jubilar, en la que se reunió con unos cien mil  peregrinos y de fieles procedentes de Italia y de todo el mundo con ocasión del Año de la Misericordia. En sus palabras el Papa ha centrado su meditación en el tema “Misericordia y Diálogo”.


Catequesis del Santo Padre
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El fragmento del Evangelio de Juan que hemos escuchado narra el encuentro de Jesús con una mujer samaritana. Lo que conmueve de este encuentro es el diálogo tan cerrado entre la mujer y Jesús. Esto hoy nos permite subrayar un aspecto muy importante de la misericordia, que es precisamente el diálogo.
El diálogo permite a las personas conocerse y comprender las exigencias los unos de los otros. Sobre todo, es una señal de gran respeto, porque pone a las personas en actitud de escucha y en condiciones de acoger los mejores aspectos del interlocutor. En segundo lugar, el diálogo es expresión de caridad porque –aun sin ignorar las diferencias- puede ayudar a buscar y compartir el bien común. Por otra parte, el diálogo nos invita a ponernos delante del otro viéndolo como un don de Dios, que nos interpela y nos pide ser reconocido.
Muchas veces no nos encontramos a los hermanos, incluso viviendo al lado, sobre todo cuando hacemos prevalecer nuestra posición sobre la del otro. No dialogamos cuando no escuchamos lo suficiente o tenemos a interrumpir al otro para demostrar que tenemos razón. Pero cuántas veces, cuántas veces estamos escuchando a una persona, la paramos y decimos: “¡No!¡No!¡No es así!” y no dejamos que termine de explicar lo que quiere decir. Y esto impide el diálogo: esto es agresión. El verdadero diálogo, en cambio, necesita momentos de silencio, en los que acoger el don extraordinario de la presencia de Dios en el hermano.
Queridos hermanos y hermanas, dialogar ayuda a las personas a humanizar las relaciones y a superar las incomprensiones. Hay mucha necesidad de diálogo en nuestras familias, ¡y cómo se resolverían más fácilmente las cuestiones si se aprendiera a escucharse mutuamente! Es así en la relación entre marido y mujer, y entre padres e hijos. Cuánta ayuda puede venir también del diálogo entre los enseñantes y sus alumnos; o entre dirigentes y trabajadores, para descubrir las exigencias mejores del trabajo.
De diálogo vive también la Iglesia con los hombres y las mujeres de cada época, para comprender las necesidades que están en el corazón de cada persona y para contribuir a la realización del bien común. Pensemos en el gran don de la creación y en la responsabilidad que todos tenemos de salvaguardar nuestra casa común: el diálogo sobre un tema tan central es una exigencia ineludible. Pensemos en el diálogo entre las religiones, para descubrir la verdad profunda de su misión en medio de los hombres, y para contribuir a la construcción de la paz y de una red de respeto y de fraternidad.
Para concluir, todas las formas de diálogo son expresión de la gran exigencia de amor de Dios, que va al encuentro de todos y en cada uno pone una semilla de su bondad, para que pueda colaborar con su obra creadora.
El diálogo abate los muros de las divisiones y de las incomprensiones; crea puentes de comunicación y no consiente que uno se aísle, encerrándose en el propio pequeño mundo. No lo olvidéis: dialogar es escuchar lo que me dice el otro y decir con mansedumbre lo que pienso yo. Si las cosas son así, la familia, el barrio, el puesto de trabajo, serán mejores. Pero si yo no dejo que el otro diga todo lo que tiene en el corazón y comienzo a gritar –hoy en día se grita mucho– no irá a buen fin esta relación entre nosotros; no irá a buen fin la relación entre marido y mujer, entre padres e hijos. Escuchar, explicar, con mansedumbre, no ladrar al otro, no gritar, sino tener un corazón abierto.
Jesús conocía bien lo que había en el corazón de la samaritana, una grande pecadora; y a pesar de eso no le negó que se pudiera expresar, la dejó hablar hasta el final, y entró poco a poco en el misterio de su vida. Esta enseñanza vale también para nosotros. A través del diálogo podemos hacer crecer las señales de la misericordia de Dios y convertirlas en instrumento de acogida y de respeto”.
Después de haber resumido su catequesis en distintas lenguas, el Papa ha saludado a los grupos de fieles presentes.
La Audiencia Jubilar ha concluido con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.

Cortesía de https://es.zenit.org

sábado, 22 de octubre de 2016

¡JUGAR LIMPIO!

El País se encuentra ante una encrucijada muy peligrosa; un “rio revuelto” y recordemos el refrán: “A río revuelto, ganancia de “pescadores” (y también de “pecadores”). Hay gente de “buena voluntad” (y también de “mala voluntad”) que quieren aprovecharse de esta situación para “pescar” (pecar) y sacar ganancias de esta “crisis” en la cual estamos. Es importante pues “calmar el río” para ver claro y después poder tomar una decisión acertada y decisiva para que el “río” no se vuelva a “enturbiar”.

Dicen los expertos en “pesca” que cuando una tormenta nos sorprende en alta mar; debemos guardar los “remos” y dejar que la tormenta pase pues si tratamos de remar en medio de ella, corremos el peligro de hundirnos. Lo mismo pasa en nuestro País; nos encontramos en una tormenta de confusión y de caos, de anarquía y zozobra y necesitamos deponer las posiciones “fanáticas” de ambos lados, las agresiones, descalificaciones y manipulaciones de la realidad, con mentiras (o verdades a medias que es lo mismo) que “enturbian” cada vez más el “río”. Dejemos de una vez que las aguas se calmen para que podamos ver claro el fondo del problema y así solucionarlo.

Sabemos que el “referendo revocatorio” es un DERECHO CONSTITUCIONAL que se otorgó el PUEBLO SOBERANO a través de SU CONSTITUCION, que no es de Chávez ni de Maduro ni muchos menos de aquellos que la negaron en el primer “referendo” de la Constituyente; sino que fue un logro del Pueblo de la Base para restituir o destituir aquel funcionario, sea del partido que sea, que no esté cumpliendo su tarea asignada o que lo esté haciendo mal. “El que no gobierna para servir, no sirve para gobernar”. Ahora bien, hay “gobernantes corruptos” de ambos lados que habría que aplicarles el revocatorio; otros que no lo están haciendo mal pero razones externas le hacen la “guerra” para que fracase en su intento y sean destituidos arbitrariamente u otros que definitivamente, son muy buenos pero incapaces de gerenciar y ser eficaces en su gestión.

En Venezuela hay un poco de todo eso; por lo tanto, necesitamos analizar muy en frío las causas y consecuencias que trae consigo “revocar o restituir” a un gobernante, cualquiera que sea el rango que ocupe. Llevamos 17 años en un “proceso de cambio político” que todavía no se ha estabilizado por diferentes factores pero lo cierto es que ésta situación en la cual vivimos hoy al extremo (colas, escases, deterioro de la moneda, inseguridad, linchamientos, pobreza en aumento, niños y mendigos en la calle comiendo de la basura, etc.) se empezó a ver de forma creciente hace apenas dos años. ¿Qué pasó en los 15 años anteriores que en Venezuela había de todo en los anaqueles en todos lados, que no habían colas para nada (solo de gasolina en el paro petrolero y el golpe de Estado del 2002) y el Pueblo, a pesar de todo seguía firme con su proceso?

Juguemos limpios señores; seamos sinceros y quitémonos la “careta”. Este “río revuelto y turbio” que no nos deja ver claro es fruto de políticas erradas del gobierno revolucionario que sobre todo, en materia económica no ha sabido manejar la situación para ser eficaz y eficiente y alguien nos dejó dicho: “Eficiencia y eficacia o nada”. Y no solo en materia económica sino que también en “seguridad ciudadana”; gestión pública donde el pueblo se siente desasistido; donde algunos políticos se han desconectado de la realidad y no escuchan ni sirven al pueblo que los eligió. Pero también, como Cantinflas, me dirijo a los “verdes” como lo acabo de hacer con los “colorados”: Señores, antes de pensar en el “revocatorio” hay que hacer un “Pacto de PAZ” y detener la GUERRA ECONOMICA Y COMUNICACIONAL y dejar la hipocresía de negarla pues sabemos todos que la “democracia” que algunos de ustedes quieren (no todos) es aquella que proteja sus intereses económicos, su confort y bienestar ya que ustedes jamás han reconocido ningún beneficio de los más pobres y solo quieren que su “torta” sea lo suficientemente grande para que las migajas que recibe el Pueblo sean más abundantes.

Necesitamos ponernos de acuerdo en un DIALOGO VERDADERO Y PROFUNDO (sin máscaras) donde busquemos un acuerdo COMÚN :”con todos y para el bien de todos”; eso sí, con todos aquellos hombres y mujeres de BUENA VOLUNTAD, que depongan sus intereses mezquinos y egoístas, sean económicos, políticos, sociales, culturales e incluso “religiosos” para buscar juntos UN MEJOR PAIS; mejor que el que teníamos y mejor del que tenemos para que todos VIVAMOS BIEN (el bien vivir); para que nadie sea superior ni inferior, ni explotadores ni explotados, ni amos ni esclavos sino para  seamos SERVIDORES los unos de los otros, manteniendo nuestras diferencias y enriqueciéndonos con ellas.
Pongamos las cartas sobre la mesa,( ninguna bajo la manga), y busquemos una salida sana para que después que el “río se calme” podamos invitar al PUEBLO  a tomar una decisión sin presiones ni manipulaciones de ningún lado y que DEMOCRATICAMENTE elija a los mejores de los dos bandos y podamos lograr el PAÍS más Democrático, Participativo y Protagónico del mundo y demostremos al Mundo que SI PODEMOS LOGRARLO con la ayuda de Dios y de su Pueblo. LA GENTE HONESTA SON LA MAYORÍA. Amén

                                                                                            Pbro. Pablo Urquiaga. Caricuao
                                                                                   Día de la Resistencia (12 /10/16)


Nota: El que suscribe lo hace a título personal, como otro ciudadano común que AMA y desea caminos de PAZ y no de aflicción, en JUSTICIA Y VERDAD E IGUALDAD EQUITATIVA.

¡LA ORACION DEL HUMILDE!


Comentario domingo XXX del tiempo ordinario ciclo "c".

El Evangelio de hoy nos presenta dos tipos de oración: La del soberbio y la del HUMILDE. La oración del soberbio es altanera, se cree justo ante Dios porque ayuna y “paga los diezmos”; él piensa que por sus “méritos y acciones” es justificado ante Dios; es decir, cree que con su “plata” puede comprar la Gracia de Dios. Su mentalidad “capitalista” lo engaña pues está acostumbrado a conseguir todo con dinero. Además piensa que por el “cumplimiento del deber” (cumple y miento), es superior a los demás y desprecia a los que no hacen lo que él hace. Se cree JUSTO.

Sin embargo la oración del HUMILDE es radicalmente opuesta, se reconoce pecador y sin méritos propios y apela a la misericordia de Dios para que tenga compasión de él. Ni siquiera se atreve a levantar sus ojos porque se siente avergonzado y arrepentido por su condición pecadora. Se considera indigno. Es por eso que Jesús nos dice que esta oración del Humilde obtiene la justificación y la del soberbio es rechazada por Dios.

A Dios no lo compra nadie, no acepta “ofrendas” en favor de la injusticia, la mentira y el soborno; no hace diferencias entre las personas y si hay que hacer alguna, lo hace siempre en favor de los más débiles y necesitados. Dios ha hecho su “opción preferencial por el pobre y el HUMILDE”. Solo un corazón humilde obtiene el favor del cielo; solo por caminos de humildad y fidelidad interior se puede llegar a Dios y alcanzar su perdón; en cambio por los caminos de la soberbia, altanería y autosuficiencia no se llega a nada delante de Dios. Dios justifica al que no se justifica sino que sencillamente reconoce su realidad. Necesitamos ser sinceros y honestos ante Dios pues todo lo que somos y tenemos de ÉL lo hemos recibido. La Gloria sea para ÉL ahora y siempre. Amén
Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo



miércoles, 19 de octubre de 2016

Papa: ¿Eres un loco que dona a los pobres? Dios te colmará de alegría


Francisco invita a tocar la carne viva de la pobreza en los rostros de las personas de nuestras calles

19 OCTUBRE, 2016

La fe sin obras está muerta si no se ayuda al desnudo o al hambriento, palabra del papa Francisco, quien, una vez más, sacude las conciencias del llamado “bienestar”, e invita a salir al encuentro de las necesidades más básicas de los que se encuentren en su camino, dando lo poco que se tenga.

Dar a los pobres forma parte de la alegría del Evangelio, sostiene Francisco. “Dios, a su vez, les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría”, dijo el Papa durante la audiencia general ante 35 mil fieles y peregrinos de todo el mundo presentes en la plaza de San Pedro este miércoles 19 de octubre de 2016.

“La pobreza en abstracto no nos interpela, pero nos hace pensar, nos hace acusar; perocuando tú ves la pobreza en la carne de un hombre, de una mujer, de un niño, ¡esto sí que nos interpela!”, expresó.

“Y por esto – continuó- esa costumbre que nosotros tenemos de huir de la necesidad, de no acercarnos o enmascarar un poco la realidad de los necesitados con las costumbres de la moda. Así nos alejamos de esta realidad. Ya no hay ninguna distancia entre el pobre y yo cuando lo encuentro”.

En italiano, Francisco continuó la catequesis sobre la misericordia y la centró en el tema: “Dar de comer a los hambrientos. Dar de beber a los sedientos” (Santiago 2 , 14-17).

¿Cuál es mi reacción ante el pobre?
Cuando encontramos a un pobre, preguntó Francisco: ¿Cuál es mi reacción? ¿Dirijo la mirada a otro lugar y paso adelante?”.

“¿O me detengo a hablar y me intereso por su estado? Y si tú haces esto no faltará alguno que diga: “¡Pero este está loco al hablar con un pobre!” -prosiguió-. ¿Veo si puedo acoger de alguna manera a aquella persona o busco librarme lo antes posible?”.
“¡Pero tal vez ella pide solo lo necesario: algo de comer y de beber. Pensemos un momento: ¡cuántas veces recitamos el “Padre Nuestro”, es más, no damos verdaderamente atención a aquellas palabras, “danos hoy nuestro pan de cada día”, añadió.

Después de haber resumido la catequesis en varios idiomas, el Papa dijo en español que “dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento; ambas son obras de misericordia corporales”.

“Es muy dura la experiencia del hambre y la sed, y desgraciadamente es una realidad actual y cercana a nosotros. Cada día encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda”, constató.

Por ello, insistió en el modelo de Jesús para el mundo. “Su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos nuestro poco al hermano necesitado, se hace presente la ternura y la misericordia de Dios”.

Por últimoel Papa saludó cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica.

La audiencia general concluyó con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

Cortesía de http://es.aleteia.org/

sábado, 15 de octubre de 2016

¡EL PODER DE LA ORACIÓN!


Comentario domingo XXIX del tiempo ordinario ciclo "c".

¡Tengamos mucha Fe en la Oración auténtica! Esa ORACION tiene PODER. Tomemos hoy el ejemplo de Moisés. Mientras Moisés ORABA; es decir, “tenía las manos levantadas”; Josué vencía al enemigo; cuando se cansaba de ORAR; es decir, bajaba las manos, el enemigo triunfaba. Entonces Aarón y Jur lo ayudaron a que siguiera orando sosteniéndoles las manos y así pudieron obtener la victoria definitiva.
Nosotros también tenemos que tener las “manos alzadas” y la “vara de Dios” en nuestras manos y ayudarnos mutuamente cuando nos “cansemos de ORAR”. Es nuestra FUERZA. “El auxilio nos viene del Señor”; “si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo libra de sus angustias”; “tú guardián no duerme; no descuidará nunca a su pueblo que le invoca”.
En el evangelio de hoy, Jesús nos pone el ejemplo de la viuda pobre que le suplica al juez corrupto que le haga justicia y por la insistencia de ésta, al final el juez la atiende: ¡Cuánto más nuestro Padre escuchará nuestras súplica y nos hará Justicia sin tardar; lo importante es no desfallecer ni desanimarse; no perder la FE ante el posible “silencio de Dios”, sino, perseverar en nuestra oración con firme esperanza que EL nos responderá a su tiempo y no al mío. Por eso Jesús nos enseñó a ORAR diciendo: HAGASE TU VOLUNTAD. Amén
Por eso sería bueno que hagamos esta semana una revisión de la forma como estamos Orando. ¿Buscamos respuestas inmediatas o ponemos nuestro afán en manos de Dios? ¿Creemos de verdad que el Señor nos hará Justicia?¿Dejamos que su PALABRA nos ilumine? ¿Creemos de verdad en El?

Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo

jueves, 13 de octubre de 2016

Víctor Manuel Fernández: "Bergoglio siempre rechazó las dialécticas que enfrentan, y su ideal es el poliedro"


"¡Cómo se nota que no conocen ni leen al Papa los que lo acusan de populista!"


"No es sano huir de los conflictos, o ignorarlos. Hace falta aceptarlos y sufrirlos"


José Manuel Vidal, 13 de octubre de 2016 a las 21:43

(José M. Vidal).- El arzobispo Víctor Manuel Fernández, intervino en un simposio, celebrado en la sede de la UCA. El prelado explicó las claves de la "cultura del encuentro" en el pensamiento del Papa Francisco y aseguró, por ejemplo, que "Bergoglio siempre rechazó las dialécticas que enfrentan, y su ideal es el poliedro"
En el simposico, celebrado el pasado miéroles, con el títuo de "Hacia una cultura del encuentro en Argentina", el rector de la UCA comenzó analizando la propuesta que sobre el tema hace el Papa en la encíclica 'Evangelii gaudium'.
A su juicio, la figura del poliedro, tan querida para el Papa, significa "una sociedad donde las diferencias puedan convivir complementándose, enriqueciéndose e iluminándose unas a otras", porque "de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible".
Y puso el ejemplo del beduino que encontró en el desierto de Judea. A sus ojos, "monótono y sólo arena". Pero el beduino le enseñó a distinguir los colores de la arena, admirar las sombras que se van formando o escuchar el canto de pájaros que no se ven. "Con él aprendí a ver cosas que nunca había visto. Necesito al bedunio, para entender parte de aquella realidad".
Lo mismo necesitamos al que está en las periferias. Eso sí, siempre que hagamos silencio para escuchar o al bedunio o al que vive en las periferias. Sólo así se comienza a"construir la cultura del encuentro".
Una cultura que consiste en "recoger la experiencia y la perspectiva del otro, sin perder la propia identidad". Porque "también mi identidad es parte del poliedro, es mi aporte, es mi don para los otros. Si no hay identidades claras no hay conflicto, pero tampoco hay vida, todo es cáscara vacía y marketinera".
De ahí la necesidad de buscar siempre la síntesis. Incluso en los conflictos.
"No es sano huir de los conflictos, o ignorarlos. Hace falta aceptarlos y sufrirlos hasta el fondo, no esconderlos. Pero siempre con el ideal de resolverlos, de lograr armonizar las diferencias. De dos cosas diferentes se puede hacer nacer una síntesis que nos supere y nos mejore a los dos, aunque los dos tengamos que renunciar a algo. Siempre hay que apuntar a algo nuevo donde se superen las tensiones violentas y los intereses cerrados".
Y monseñor Fernández puso tres ejemplos actuales. "En Colombia, la mitad que votó por el sí, aunque le duela el alma, necesariamente tendrá que descubrir y asumir la parte de verdad que expresaron los que votaron por el no y los que no fueron a votar. En Europa, los que estaban en contra del brexit de Gran Bretaña, algo tendrán que repensar y aprender de las preocupaciones de los otros. Y algo semejante tendrá que ocurrir en Argentina".
Desde esta perspectiva de la "diversidad reconciliada" hay que leer también, a juicio del rector de la UCA, "los gestos de acercamiento del Papa hacia otras religiones e iglesias" o, incluso, su actitud ante los jerarcas críticos. "El Papa permite que dentro de la Iglesia algunos lo critiquen duramente, sin condenarlos. El otro, el diferente, tiene su lugar".
Cultura del encuentro y paz social
Para monseñor Fernández, la "cultura del encuentro" va más allá que la paz social. Porque "cultura significa algo que "ha entrado en las entrañas del pueblo", una especie de "pasión compartida, de ganas, de entusiasmos y finalmente de un estilo de vida". Es un pueblo apasionado en encontrarse, "en buscar puntos de contacto, en tender puentes". Y, además, en la cultura del encuentro, es el pueblo el que es "sujeto", no sólo una élite, sino todo un pueblo que integra, lo cual "es mucho más difícil y lento, pero es la garantía de una paz real y sólida".
Y Fernández cita una frase del Papa al respecto: 'Aun las personas que pueden ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse' (EG 236). Es decir, "pretender aniquilar a algunos es como esconder una bomba".
Por otra parte, la paz social tampoco se logra, a su juicio, "silenciando las reivindicaciones sociales o evitando que tengan voz pública". Porque, como dice el Papa, no se trata de 'un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz' (EG 218).
Se trata, pues, de "generar procesos, que construyan un pueblo enriquecido por las diferencias" e integrar "a los descartables, los olvidados, los invisibles, esos que no vemos porque no están en los lugares donde nosotros nos movemos y entonces no tocamos su carne herida". Porque,"aunque nos arreglemos para no verlos ni tocarlos, ellos también tienen derecho a vivir con dignidad y a ser integrados".
Y eso no quiere decir, según monseñor Fernández, que el Papa sea un populista o un buenista. "Cómo se nota que no lo conocen y no lo leen. Nada más lejos de su pensamiento. Para este Papa es indigno que alguien no desarrolle sus capacidades, que viva 'de arriba', cuando tiene posibilidades de desarrollar los dones que ha recibido".
Es decir, cuando el Papa habla de la integración de los pobres, "está pidiendo que todos tengan posibilidades reales de tomar la vida en sus manos, de ganarse el pan y de acceder a una vida mejor gracias al esfuerzo y al desarrollo personal. Dicho de otro modo, que todos puedan desarrollar lo mejor de sí. ¿Cómo vamos a construir un precioso poliedro si no hacemos florecer nuestras capacidades?"
Superar la cultura del descarte
El prelado argentino continuó analizando en su discurso el reciente mensaje del Papa a Argentina, en el que vuelve e insistir en superar la cultura del descarte. Es decir no excluir a nadie, por muy pobre que sea. Al contrario, que "cualquiera pueda opinar distinto, ofrecer un matiz, mostrar otro aspecto de la realidad sin que le caiga encima una catarata de insultos y sospechas".
Y el rector de la UCA aporta ejemplos concretos de exclusión pura y dura en la Argentina de hoy.
"Durante largo tiempo las empleadas domésticas, para poder sostener a sus hijos, han tolerado silenciosamente burlas, discriminaciones, maltratos, y hasta abusos sexuales de parte de sus empleadores. Y también he sido testigo muchas veces en el interior de la situación de semi esclavitud a la que son sometidos algunos peones rurales. Conozco a muchas mujeres que han trabajado como animales toda la vida en el campo, en negro, por la comida y poco más. Pero a cierta edad las despidieron muy amablemente, y fueron a parar a la ciudad sin un peso, a armarse una casucha de lata a la orilla del río. Agreguemos los talleres clandestinos, y otras formas modernas de negación de la dignidad humana. Se llegó a decir en nuestro país que a los pobres hay que subirlos a camiones y en el camino enseñarles a votar, así como se afirma que la asignación por hijo sólo sirve para que las pobres se embaracen. En estos casos no vemos esfuerzos por una cultura del encuentro".
En la tercera parte de su exposición, monseñor Fernández, apuesta por un "pacto cultural", que conduzca a la cultura del encuentro. Se trata de "una decisión y un acuerdo de respeto, tolerancia y diálogo entre los diferentes que siente las bases para un pacto político". O dicho de otro modo, "significa que se ha aprendido a reconocer al otro como otro: con su propia cultura, es decir con su propio modo de ver la vida, de salir adelante, de opinar, de sentir y de soñar".
Sólo así se puede evitar caer "en una guerra de guante blanco" entre argentinos, que es aquella en la que "se busca de maneras sutiles que el otro pierda todo significado, que se vuelva irrelevante, que no se le reconozca algún valor en la sociedad, que se escuchen sólo 'los que son como uno'".
Otras veces, los "disensos" son agigantados por la política. Y cita a Borges, cuando decía, "por la política de mierda hemos peleado tanto'. Y eso que, para monseñor Fernández, "la política es indispensable y el problema es cuando cierra los canales del encuentro".
Por último, en la cultura del encuentro nadie vale más que otro. En la auténtica cultura del encuentro, "el diferente también tiene derechos, pero no los tiene por el valor económico de lo que pueda hacer".
Los derechos son para todos. "También tiene esos derechos un ser humano cuando está menos dotado sea por la naturaleza, sea por la historia que le tocó vivir o por el lugar donde le tocó nacer, sea porque sufrió desnutrición desde pequeño, porque creció en un hogar violento o porque nació discapacitado. Nada de eso le quita su inmensa, su infinita dignidad como persona humana".
Y añade: "Los derechos de una persona no se originan en lo que ha heredado de su familia, en la portación de un apellido, ni siquiera en sus capacidades, y ni siquiera en la formación que ha recibido. Su valor está en la inquebrantable dignidad que posee como ser humano".
Y no se trata de una simple "igualdad de oportunidades", porque "el que por la naturaleza o por la historia que le tocó vivir, está menos dotado o es muy débil, nunca tendrá igualdad de oportunidades. Necesita y debe ser especialmente ayudado en el recorrido de su vida para que pueda dar lo mejor de sí, aun aceptando que rinda menos, aun aceptando pacíficamente que no tenga la misma eficiencia. Porque de lo que se trata es que él desarrolle todo su potencial humano más allá del valor económico de lo que pueda producir. Tiene ese derecho, y es una cuestión de justicia más que de misericordia".
De ahí la invitación de monseñor Fernández a "construir el poliedro" del que habla el Papa, conscientes de que "la lógica que se va desarrollando sutilmente en el mundo actual es otra, reconozcamos que es otra. Depende de nosotros no dejarnos engañar por esa lógica mezquina".
Toda una lección magistral de uno de los hombres de confianza del Papa. ¡Cómo sabe y huele a Francisco! ¡Cómo suena a Bergoglio! ¡Cómo evoca al Papa argentino de la primavera eclesial!
Cortesía de http://www.periodistadigital.com/