domingo, 30 de octubre de 2016

¡EL RICO AMADO POR JESUS!


Comentario domingo XXXI del tiempo ordinario ciclo "c".

Zaqueo era un poderoso jefe de los recaudadores de impuestos que controlaban el paso de la mercancía en la importante zona de JERICÓ; por lo tanto era un hombre muy rico y despreciado por todo el pueblo. Un explotador que no merecía ser llamado “hijo de Abraham” pues su misma riqueza mal habida lo condenaba; seguro que Jesús lo condenaría también. Sin embargo ocurrió todo lo contrario; Jesús lo busca, lo mira y le pide “hospedarse en su casa”.

Zaqueo desea también conocer a Jesús y para ello tiene que vencer algunos obstáculos que le impiden verlo. Tiene que dejar su “arrogancia” de gente importante y “hacerse como un niño” (correr y subirse en un árbol) ya que era de “baja estatura” (física y moral) ya que se creía “superior a los demás” y es por eso que Jesús le pide que se “baje”.

Todo el pueblo se escandaliza que Jesús vaya a hospedarse en casa de aquel “corrupto” y Zaqueo, impactado por el “gesto de Jesús”, se para y dice: “Doy la mitad de mis bienes a los pobres y si le he robado a alguien le restituiré cuatro veces más”. Ante esta “señal de conversión” Jesús declara: “Hoy ha sido la salvación a esta casa” porque también este es “hijo de Abraham”. El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que se había perdido”.

Jesús AMA a los pecadores y a los ricos y quiere que también ellos se salven; Jesús no le reprocha nada, ni le insulta ni le condena; solo le muestra su AMOR Y RESPETO y ese “gesto” es lo que hace que el pecador se convierta y cambie radicalmente su actitud. Jesús quiere también entrar y hospedarse en tu casa porque tú también eres Hijo de Abraham. Recíbelo hoy como Zaqueo. Amén

Pbro. Pablo Urquiaga.
Imagen de Cerezo Barredo


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