jueves, 26 de noviembre de 2015

PIENSO, luego EXISTO

La mayoría de las personas viven sin pensar; es decir, NO VIVEN…no existen; están dormidos. “Despierta y Reacciona” nos decía el PAPA Juan Pablo II a los Venezolanos en su inolvidable viaje a la Patria. Es necesario DESPERTAR y despertar significa empezar a pensar con cabeza propia.

Los seres humanos han sido programados para pensar por cabeza ajena. El que piense como Marxista, no piensa, el que piensa como budista, no piensa, el que piensa como mulsuman, no piensa, el que piensa como católico, tampoco piensa. Ellos son pensados por sus ideologías. Serás esclavo en tanto no puedas pensar por encima de cualquier ideología. El profeta no se deja arrastrar por ninguna ideología.

Solo serás verdaderamente libre si te ELEVAS sobre las ideologías y sus esquemas para buscar la VERDAD. La Sociedad establecida y manipuladora no les interesan los hombres libres; por eso los programa para ser conducidos. Lamentablemente la mayoría de los hombres prefieren la esclavitud de la inercia y de la durmisión en vez de la LIBERTAD que nos hace responsables. Por eso la Sociedad (la religión) MATA a los hombres libres porque estos liberan a los demás y así ponen en peligro su estabilidad

Recuerdo una propaganda en Venezuela hace unos anos: “NO PIENSE…permítenos pensar por Ud.”; eso es igual a decir: No viva, permitamos vivir por Ud. Hay que DESPERTAR a la humanidad que está dormida. Esa fue la Misión de Jesús de Nazareth y por eso lo mataron; esa fue la Misión del Obispo Romero y por eso lo mataron; esa fue la Misión de Mahatma Ghandi y por eso lo mataron. Los hombres libres molestan…

Decía José Martí: “La libertad es el derecho que tiene todo hombre de ser HONRADO y de pensar y decir lo que piensa sin HIPOCRESÍA”. Pensar es ser LIBRE y decir lo que se piensa es “ejercerla”. El que no dice lo que piensa, no es libre sino esclavo de sí mismo que es la peor de las esclavitudes. ¿Quien te va a liberar si ni tu mismo tomas conciencia de tus propias cadenas? Sin CONCIENCIA no hay Libertad.

Decía JESUS DE NAZARETH: “Conocerán la VERDAD y la verdad los hará LIBRES”. No hay que temer a la VERDAD; debemos estar siempre abiertos a ella; es decir: DESPIERTOS. El fanático es aquél que, creyendo estar despierto, está dormido. Así le paso a Saulo de Tarso; el estaba dormido en el fanatismo de su ideología religiosa; incapaz de ver la realidad que tenia adelante. El SEÑOR DE LA VIDA usa la VIDA para abrirnos los ojos a la VERDAD. Hay que estar atentos.

Conozco a alguien que está en prisión por causa de las drogas; creía que lo tenía todo pero él estaba ciego, no veía la realidad; estaba dormido. Hoy en la cárcel ha despertado; ahora ve la realidad; esta aprendiendo de su error; ha empezado a VIVIR DE NUEVO. La vida enseña y nosotros debemos aprender de ella para no seguir dormidos. El ahora esta pensando por cabeza propia; antes no pensaba “ni por cabeza ajena”. Pensar por cabeza ajena es NO PENSAR; por tanto no crecemos ni maduramos hasta que no empezamos a pensar por nosotros mismos. Pensar es ANALIZAR; cuestionarlo TODO; masticarlo antes de tragarlo. Ser receptivo y abierto para escuchar con interés; aun las cosas a la que no estás acostumbrado; verlas objetivamente y sin prejuicios. No debo tragar sin masticar pues me puedo “indigestar”; debo analizarlo todo y quedarme con lo bueno. La vida es un “lío” porque vivimos programados sin pensar; es un engaño que confundes con la realidad. Solo despertando podremos solucionarlo. Tendemos a “evadirnos”; a no querer enfrentar nuestra realidad y así continuamos dormidos; preferimos no despertar pues le tenemos miedo a la realidad; buscamos alivio; no LIBERACIÓN Y SANACIÓN. Jesús vino a SANAR, no solo a “aliviar”.

Una persona LIBRE es una persona DESAPEGADA. Los apegos son deseos que atan y esclavizan. La base de todo sufrimiento es el apego pues el apego genera el MIEDO a perderlo. El AMOR es la muerte del apego; por eso en el AMOR no hay sufrimiento ni miedos porque es libre de ataduras y de condiciones. Sin apegos seremos LIBRES y podremos ver la realidad tal cual es y no viviremos de ilusiones; seremos felices; libres de sufrimientos y así podremos AMAR DE VERDAD.

Necesitamos seres pensantes, vivos, despiertos para cambiar esta Sociedad Civil, religiosa, política, cultural, etc. que nos programa y no permite que pensemos. Debemos dejar de ser “robots”. Tenemos una tendencia a “robotizarnos”, a que funcionemos con un “chip”en nuestras mentes que nos controle y nos diga que debemos hacer. Eso lo llaman ser “obedientes, sumisos, dóciles y fieles. Y yo diría: ¿“fieles a que”? ¿Obedientes a que? ¿A ser “ROBOTS”? Debemos rebelarnos a esto si de veras queremos existir y no ser manipulados. Ser LIBRES es una tarea; debemos actuar por CONVENCIMIENTOS y no por programación. Aquí esta la diferencia entre ser CREYENTE o ser “fanático”. El fanático NO PIENSA…luego NO EXISTE; no CREA; el CREYENTE es creativo, existe y VIVE. Es un ILUMINADO y por eso confía y AMA. Necesitamos seres pensantes y creyentes, no fanáticos, para TRANSFORMAR LA sociedad. Recuerdo la película ROBOTS; muy significativa cuando un “robots” decide PENSAR y ser CREATIVO y no someterse a la “máquina” que lo quería programar. El resultado de su posición fue la LIBERACIÓN de los demás “robots” que estaban condenados a la aniquilación.

No dejemos pues que nadie nos programe; no somos “robots” somos seres pensantes; imagen de un DIOS LIBRE Y CREATIVO. Ninguna ideología debe etiquetarnos o manipularnos. Eduquemos en la LIBERTAD DE PENSAMIENTO; en el derecho a PENSAR POR NOSOTROS MISMOS; en desarrollar nuestra CONCIENCIA; nuestra capacidad de DISCERNIR; de estar abierto a todo con el derecho a “seleccionar” lo que nos conviene con libertad. Que nadie decida por ti; tú tienes DERECHO A OPINAR; a elegir; a rechazar o aceptar lo que tu decidas y no lo que los demás opinen. Estás llamado a trasformar ésta sociedad y no adaptarte a ella. Es preferible “morir” antes que adaptarte pues si te adaptas y no piensas; ya estas MUERTO sin saberlo.


PIENSA Y VIVIRÁS. NADIE PODRÁ DESTRUIRTE. AMEN

Pbro. Pablo Urquiaga.

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