jueves, 28 de julio de 2016

Francisco: "Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto"

Cientos de miles de polacos se echan a la calle para acompañar al Papa en Czestochowa

Llama a la Iglesia a "escuchar, compartiendo las alegrías y las fatigas de la gente"

Jesús Bastante, 28 de julio de 2016 a las 11:29
"Dios se sienta a la mesa con nosotros, sueña la comunión con nosotros" 

(Jesús Bastante).- "Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto". Estas han sido las tres claves de la homilía que el Papa Francisco acaba de pronunciar en la explanada del santuario de Czestochowa. Ante la "Virgen Negra", tan venerada por san Juan Pablo II, Bergoglio ha apuntalado la misión de la Iglesia:"escuchar, comprometernos y hacernos cercanos, compartiendo las alegrías y las fatigas de la gente, de manera que se transmita el Evangelio de la manera más coherente y que produce mayor fruto: por irradiación positiva, a través de la transparencia de vida".

"Obrar en la pequeñez y acompañar de cerca, con corazón sencillo y abierto",pidió Franciso a los cientos de miles de fieles que se echaron a la calle en el primer baño de masas de este Papa en Polonia. Rodeado por la gente, el Papa se dirigió al santuario de Jasna Gora, donde se venera la imagen de la Virgen, tan querida por San Juan Pablo II. Bergoglio celebró con toda la nación polaca los 1050 años del Bautismo de Polonia. Y lo de "toda la nación", en este caso, resulta casi literal: el gentío llegaba hasta donde se perdía la vista. Toda Czestochowa estaba allí, junto al Papa Francisco.

Antes de la misa, el Papa se detuvo a visitar a las hermanas de la presentación en su convento de Cracovia, y al arzobispo emérito de Cracovia, cardenal Franciszek Macharski, que se encuentra en el hospital. Ya en Czestochowa, el Papa se detuvo aorar ante la Virgen Negra, antes de arrancar la multitudinaria celebración. El primer baño de masas de Bergoglio en Polonia, a la espera de que esta tarde se reúna, por fin, con los jóvenes, en el Campo de la Misericordia de Cracovia.
El pasaje de las bodas de Caná fue el texto evangélico elegido por Francisco para señalar el "hilo divino" que teje la historia de la Salvación. "Dios mandó a su hijo nacido de mujer, ese es el gran plan de Dios"."Cuando Dios se hizo hombre, la humanidad no estaba bien preparada, no había una edad de oro", apuntó el Papa, quien recordó cómo la venida de Dios al mundo "fue un acto de amor, de la manera más simple, como la más pequeña de las semillas que germinan y crecen".
Y es que contrariamente a lo que se esperaba, "el Reino de Dios no viene imponente, para llamar la atención, sino desde la pequeñez, desde la humildad". Un anuncio que se cumple en Caná de Galilea. "No es un gesto grandioso, ni una intervención que resuelve una cuestión política importante, como la sumisión del pueblo al dominio romano... Viene en un pequeño, en un simple milagro, que alegra a los novios de una familia anónima. El agua que se torna en vino en la fiesta es un gran signo, porque revela a un Dios que se sienta a la mesa con nosotros, que sueña la comunión con nosotros".
Porque, señaló el Papa, "Dios no mantiene las distancias, es un Dios cercano y concreto, sin decidir nuestro puesto y sin ocuparse de cuestiones de poder". "Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto". Pequeño, porque es a los pequeños a los que se les revela el Reino de Dios. "Ellos son considerados grandes a sus ojos. Se oponen a la soberbia de la vida, que viene del mundo. Los pequeños hablan su misma lengua, el amor humilde, que es libre. Dios llama a personas simples, disponibles, a ser sus portavoces".
"Pensemos en tantos hijos e hijas de vuestro pueblo. Hay mártires que han hecho resplandecer la fuerza del Evangelio", subrayó Bergoglio, quien agradeció "a las personas simples, pero extraordinarias, que han sabido testimoniar el amor de Dios en las grandes pruebas".
 "Del mismo modo, Dios es cercano, y su reino está cerca. El Señor no quiere venir al mundo como un soberano potente y distante, no quiere estar en un trono con un libro de historia, sino que ama entrar en nuestro día a día, y caminar con nosotros", añadió el Papa, quien recordó "el don de un milenio abundante de fe, es bello agradecer a Dios, que ha caminado con vuestro pueblo, tomándolo por la mano, como un papá al niño, y acompañándolo en tantas situaciones".

"Como Iglesia estamos llamados siempre a escuchar, a envolver, a estar cerca de las fatigas de la gente, para que el Evangelio sea más coherente y dé mayor fruto, a través de la transparencia de la vida", recordó.
Finalmente, "Dios es concreto". De la lectura de hoy emerge que todo lo que hace Dios es concreto. La sabiduría divina obra como artífice...el Verbo se hace carne, nace de una madre, y nos hace partícipes de una fiesta. "Con personas y situaciones concretas, aunque vuestra historia, empastada de Evangelio, cruz y fidelidad a la Iglesia,transmitida de familia en familia, de padres a hijos y sobre todo de las madres y las abuelas...", apuntó el Papa, y la multitud prorrumpió en una larga ovación.
Cortesía de http://www.periodistadigital.com/

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